Los niños venezolanos no están ajenos a la dinámica familiar que produce el desabastecimiento de alimentos y, lejos de quedarse en sus casas, acompañan a sus padres o representantes a hacer las colas en los comercios, según un estudio de Datanálisis.
“Los niños comparten la realidad de sus familias. Se los ve haciendo colas con sus padres en los supermercados y muchas veces hasta les reservan los lugares en la fila durante algunos minutos. Según nuestros estudios, sienten esa actividad como recreativa, como un compartir en familia”, explicó Elizabeth Martín, psicóloga de Datanálisis, en un evento sobre Tendencias del Consumidor, que tuvo lugar el pasado martes en Caracas.
El estudio también indica que los niños venezolanos manejan su propio dinero, el cual asciende, en promedio, al 10% del ingreso familiar (sumando mesadas y regalos). Además, están muy expuestos a los medios de comunicación (por lo que están informados, e incluso “sobre informados” sobre los problemas del país y son protagonistas en la toma de decisiones de compra en la familia, desde tempranas edades.
El 38% de los niños exige menos productos de marca que otros años, en las categorías de alimentos, bebidas, calzados, chucherías, ropa y celulares. Según palabras de Martín, “al igual que los adultos, los niños también tienen problemas en encontrar las marcas de su preferencia, y son críticos”.
Es por ello que, a pesar de tener una vinculación fuerte con las marcas, se adaptan a las limitaciones del entorno, sabiendo que no se puede conseguir exactamente lo que quieren.
Otro resultado del estudio de Datanálisis indica que, a diferencia de años anteriores, los niños consideran “divertidas” muchas actividades asociadas a necesidades básicas, como comer un chocolate o un refresco, cuando antes ese concepto era aplicado casi exclusivamente a los juegos o a actividades recreativas.
Fuente: El Mundo