A pocos metros de la Puerta de Brandeburgo, el mayor distintivo de Berlín, está emplazado el Monumento a los judíos de Europa asesinados.
Un laberinto gigantesco de 2700 estelas y un museo subterráneo recuerdan a las víctimas.
El camino de la idea a la ejecución estuvo acompañado de fuertes discusiones. ¿Cumple el monumento con su propósito?