Conquistar a un electorado agobiado por una severa crisis económica pero que hasta ahora se ha resistido a darle la espalda de forma contundente al gobierno es el gran desafío que enfrenta la oposición en las elecciones primarias del domingo en la que se eligen a los candidatos que competirán en unas votaciones parlamentarias, que podrían cambiar el rumbo de la política venezolana.
En caso de ganar los comicios que se celebrarán a fin de año, algunas organizaciones opositoras tratarían de convocar un referendo revocatorio con el fin de sacar al presidente Nicolás Maduro del poder.
Si las elecciones fueran hoy el oficialismo perdería por primera vez en 16 años frente a la oposición, según indican las encuestas.
Pero el director de la encuestadora Datanalisis, Luis Vicente León, dice que aunque el electorado exprese hoy su descontento con el partido de gobierno, no implica necesariamente que vaya a votar por la oposición llegado el momento. Después de todo, la crisis económica no es nueva y no impidió que los votantes sufragaran por el oficialismo en el pasado.
“La oportunidad opositora es energía potencial y el reto es convertirla en cinética”, dijo León.
La oposición cifra buena parte de sus esperanzas en una nueva camada de políticos, algunos de los cuales salieron a las calles en las protestas del año pasado que finalmente fueron sofocadas por el gobierno.
“Es una oportunidad de oro para la juventud… Hoy en Venezuela se vive la mayor crisis de su historia y los jóvenes somos los más afectados”, dijo uno de ellos, Rafael Rico, un estudiante universitario de ingeniería civil de 23 años, postulado a diputado suplente por el estado de Nueva Esparta. “Tenemos que demostrar nuestra descontento en las elecciones. Y si no respetan el voto, saldremos a la calle otra vez”.
La tercera parte de los 108 candidatos postulados a 42 plazas a ser definidas el domingo son menores de 40 años.
La coalición opositora, integrada por unas 30 organizaciones políticas, espera elegir en los próximos días por consenso a otros 125 candidatos que competirán en los comicios parlamentarios, cuya fecha todavía no se ha definido, pero que deben celebrarse antes de fin de año.
El oficialismo elegirá el 28 de junio a 87 candidatos, a los que se sumarán otros 80 elegidos por consenso.
La oposición decidió no realizar primarias en la mitad de los estados del país para asegurarle a algunos de sus líderes las candidaturas, como parte de las cuotas de poder de los partidos, y debido a sus limitaciones económicas.
“Hubieran podido decir ‘vamos a realizar primarias en todo el país, queremos postular a los estudiantes que lucharon por la democracia el año pasado’, pero no lo hicieron”, dijo David Smilde, analista de la organización Washington Office on Latin America o WOLA. “Los políticos creen que tienen derechos especiales. Hay dos docenas de partidos en la coalición, que tienen líderes, algunos de los cuales quieren ser candidatos”.
El diputado Enrique Márquez, presidente del partido Un Nuevo Tiempo, afirmó que la oposición está apostando caras nuevas como parte de la “renovación de los cuadros políticos” en concordancia con la realidad de Venezuela, donde cerca de la mitad del electorado son jóvenes.
“Venezuela tiene todavía por resolver el problema de un liderazgo político competente, honesto, moderno, que (se) imponga al país, y eso tiene que salir es de los más jóvenes”, planteó el politólogo Luis Salamanca, ex director del Instituto de Estudios Políticos de la Universidad Central de Venezuela, pero sostuvo que debe haber una combinación de liderazgos jóvenes y veteranos para lograr una fórmula “óptima” que pueda hacer frente a la crisis que desató el año pasado violentas protestas de centenares de jóvenes y personas de clase media en algunas ciudades del país.
Márquez afirmó que las fuertes limitaciones económicas fue una de las razones que llevó a la alianza opositora a recurrir al consenso interno para elegir la mayoría de los candidatos para las parlamentarias.
Para cubrir los gastos de logística, transporte y comunicación de los 18.749 miembros de mesa y el resto del personal que organizará y supervisará las primarias, cada uno de los 109 candidatos debieron hacer un aporte de 150.000 bolívares (unos 754,5 dólares a la tasa de 198,8 bolívares por dólar) a la coalición de la Mesa de Unidad Democrática. Las primarias tendrían un costo total de unos 82.243 de dólares, según estimaciones de la alianza opositora.
El ex alcalde de la ciudad de San Cristóbal Daniel Ceballos, de 31 años, y el activista Renzo Prieto, de 26 años, participarán desde la cárcel en estas primarias para lograr una postulación y posterior elección como diputado, lo que podría abrirles el camino para obtener el fuero parlamentario y salir en libertad.
En el 2010 la oposición hizo un ensayo similar al lograr la elección como diputados de Biagio Pilieri, Hernán Pérez Alemán y José Sánchez quienes compitieron en la consulta desde la cárcel mientras eran procesados por denuncias de corrupción y complicidad en un asesinato.
A diferencia de las primarias del 2010 y 2012, en esta oportunidad la oposición encara las primarias “en un contexto inédito de escasez, de inflación… represión, discriminación, presos políticos, lo que hace una campaña dura”, expresó el dirigente opositor David Smolansky, alcalde del municipio capitalino de El Hatillo.
Smolansky dijo que ante los problemas económicos y las fuertes limitaciones de acceso a los medios que enfrenta la oposición, los candidatos debieron desarrollar por casi dos meses una campaña sin precedentes “a pulmón puro y duro”, que los llevó a visitar a sus electores en sus casas y salir a las calles con parlantes para difundir sus mensajes.
Las primarias opositoras se realizarán en 12 de los 24 estados del país, superando considerablemente la cobertura de las primarias del 2010 que se efectuaron en ocho estados y solo eligieron 22 candidatos para los comicios parlamentarios de ese año.
En algunos de los mayores centros electorales del país como lo son el estado Miranda y gran parte del estado Zulia y la región capital no habrá elecciones primarias, situación que sumada a la escasa propaganda que ha habido para la consulta ha generado dudas sobre la participación de votantes.
En las primarias del 2010 hubo una participación de 9,42%, es decir unos 360.000 votantes.
Para José Luis Cartaya, presidente de la comisión electoral de las primarias de la MUD, no obstante, “el descontento y la situación del país podrían dar una gran sorpresa porque hay gente molesta, inquieta y gente que quiere un cambio del sistema actual”.