El bolívar venezolano rompió el miércoles la barrera de las 300 unidades por dólar en el mercado paralelo, catapultado por la persistente escasez de divisas en el país y el anuncio del gobernante Nicolás Maduro de que pronto dará a conocer nuevas medidas para encarar la grave crisis económica, publica El Nuevo Herald.
La moneda del país sudamericano, que hace una semana se cotizaba en 275 bolívares por dólar, cerró el miércoles en 300.72 en el mercado negro, según datos suministrados por el sitio financiero dolartoday.com, que hace seguimiento del comportamiento de la moneda nacional.
A finales de febrero el bolívar se encontraba por debajo de los 200 por dólar, pero había mantenido su tendencia descendente con el correr de las últimas semanas, impactado por la negativa del régimen de Maduro de soltar los dólares que requiere el mercado interno.
Pero la tendencia recibió un empujón adicional esta semana, dijo Russell M. Dallen, editor jefe de Latin American Herald Tribune.
“Lo que en realidad disparó esto esta semana fue el hecho de que Maduro dijo que iba a lanzar nuevas medidas en su ofensiva contra la guerra económica”, señaló Dallen, un experto en el desenvolvimiento de la economía venezolana.
“Cada vez que él toca ese tema, cada vez que él dice que van a hacer algo, la situación empeora. Y eso fue lo que vimos hoy cuando el bolívar rompió el nivel de las 300 unidades por dólar”, manifestó.
Maduro, quien atribuye la grave crisis de escasez en el país a operaciones de sabotaje económico emprendidas por los empresarios, dijo el martes en la noche que próximamente tomará nuevas medidas en un discurso cargado de figuras retóricas.
“Debemos iniciar un conjunto de acciones para darle un golpe y destrozarle el espinazo a la estrategia de Guerra Económica, es con la unión cívico militar y la guerra de todo el pueblo”, declaró en su programa semanal, Contacto Con Maduro, transmitido por la estatal Venezolana de Televisión.
“Todo el pueblo debe saber qué hacer para defender nuestra soberanía, y la unión cívico-militar, junto a la clase trabajadora, permitirá hacerle frente al sabotaje, la especulación y el robo descarado contra Venezuela”, agregó.
El pronunciamiento no fue bien recibido por el empresariado, ya que por un lado dejó entrever la posibilidad de nuevas confiscaciones e incluso arrestos de empleados, y por el otro no da indicios de que el régimen pretenda hacer algo para solventar las causas de la crisis: la carencia de dólares para seguir sosteniendo el modelo petro-populista implantado por el chavismo, cuyo impacto se agudiza por el férreo control cambiario.
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