Deportivo Táchira superó enormes dificultades para vencer a Trujillanos en Pueblo Nuevo
Con todos los méritos -y luego de ganar la final con más dificultades de lo esperado- Deportivo Táchira exhibe hoy la octava estrella del fútbol profesional venezolano. Fue cierre justo a una temporada en la cual comenzó como uno de los favoritos, pero en cuyos inicios sufrió algunos tropiezos que alejaron a su gente de la grada e hicieron temer por una nueva frustración.
Un par de goleadas sufridas en Copa Libertadores terminaron de generar una situación difícil, que como suele ocurrir pusieron en entredicho la capacidad de su técnico Daniel Farías y el potencial de un plantel construido en base a jugadores con experiencia, algunas figuras estelares y talento joven que garantizaba profundidad ante los avatares de la larga travesía.
El once fue tomando ritmo, sin embargo, y aunque el tránsito internacional dejó insatisfacción, a paso firme fueron ascendiendo en una tabla engañosa, pues les mostraba un tanto lejos en la suma de puntos por los partidos diferidos en vista de los compromisos de Libertadores. Esto supondría, además, un obstáculo considerable, pues se vio obligado a jugar dos veces a la semana durante el último mes, con el agregado de enfrentar, en las fechas finales, a los mejores cinco equipos de la clasificación.
Fue liquidándolos uno a uno, hasta culminar con el espectacular triunfo de último minuto sobre el Caracas, como visitantes, en uno de los cierres más emocionantes del fútbol nacional pues al llegar al límite regular perdían 1-2, y salvados por el gol agónico de Wilker Angel para un empate que les daba el título del Clausura.
Esa trayectoria les hizo favoritos amplios para la Gran Final, dado que Trujillanos, campeón del Apertura, no anduvo bien luego, relegado a un octavo puesto. Sin embargo, y suele ocurrir en las instancias decisivas, los de Valera fueron muy dignos rivales e incluso estuvieron tan cerca de la victoria como quienes luego levantaron la copa.
No solo logró Trujillanos empatar a cero en Valera, sino que en la vuelta en Pueblo Nuevo, el domingo, presentaron una dura oposición y hasta por momentos presentaron más peligro, a tal punto que el arquero tachirense Alan Liebeskind fue uno de los mejores del partido. También un par de balones se estrellaron en los palos, el toque de suerte que acompaña siempre a los campeones.
Fue a 15 minutos del final, cuando el zurdo Jorge Rojas marcó de penal -otro detalle de lo difícil que resultó el partido- cuando los más de 37 mil aficionados sintieron aflojarse el clásico nudo en la garganta. Sus favoritos daban una muestra más de cómo superar dificultades, hasta llegar al objetivo máximo.
Cuatro de los campeones –“Maestrico” González, Wilker Angel, Yohandry Orozco y Gelmín Rivas- se incorporan esta semana a los trabajos de la Vinotinto con miras a la Copa Améria. Allí llevan la representación de un cuadro que culminó la temporada 2014-15 con un galardón que corresponde a la sobresaliente trayectoria de la divisa.
La Pre Suramericana
Zamora y Carabobo salieron adelante en los partidos de tercera ronda en la disputa de cupo para la Liga Suramericana. El primero dio un paso firme, pues como visitante superó 3-2 a Mineros en Cachamay, gracias a un gol de Inmer González a los 86 minutos que deshizo el empate marcado en los pies de Johan Arenas y Ricardo Clarke, neutralizadores del par de conquistas de Zamir Valoyes.
Carabobo se hizo fuerte en casa y superó a Lara por el mínimo 1-0, decisión que también llegó en las postrimerías, a diez minutos de los tres pitazos, gracias a conquista de Ángel Nieves.
Armando Naranjo
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