El diseñador sufría de una grave depresión que lo llevó a la muerte.
La hermana mayor de Alexander McQueen, Janet, asegura que el entorno del diseñador era consciente de los intentos de suicidio que su hermano realizó antes de quitarse la vida en febrero de 2010, pero sus allegados habrían decidido ocultar sus inestabilidad mental y sus problemas de adicción.
“La gente era consciente de su estado y su familia no… Otra gente sí lo sabía. Sabían lo de los otros intentos de suicidio. Nosotros no. Éramos conscientes de que consumía cocaína, pero cada vez que le abordábamos para hablar del tema, nos decía: ‘Ustedes no lo entienden, sufro demasiada presión. Necesito relajarme’”, reveló la hermana del diseñador en una entrevista al periódico The Times.
Janet está convencida de que si ella o sus otras dos hermanas hubiesen sido conscientes de lo infeliz que era Alexander antes de su muerte, su suicidio podría haberse evitado.
“Si hubiésemos sabido hasta dónde llegaba el problema, hubiésemos echado abajo todas las puertas necesarias. Pero no lo sabíamos. Todos hablamos con Alexander sobre las drogas, pero él era un hombre de treinta y muchos. No importaba lo que le dijeras”, lamentó.
La familia de Alexander -que se quitó la vida a los 40 años el día antes del funeral de su madre, Joyce, y nueve días después de su fallecimiento por cáncer a los 75 años- no posee ahora ningún tipo de control sobre la empresa de moda que el diseñador fundó tras desvincularse de la casa Givenchy, aunque su hermana aprecia los esfuerzos que realiza la directora creativa de la marca, Sarah Burton, para hacerles sentir incluidos.
“No formamos parte de ella para nada. De hecho, creo que yo soy el enemigo número uno de todos ellos… Pero a lo largo de todo esto, la única persona que siempre ha intentado mantenernos a bordo ha sido Sarah“, reconoció Janet.