El Gobierno de Nepal informó este martes que carece de recursos para dar cobijo y atención a más de un millón de personas que perdieron parcial o totalmente sus viviendas durante los dos más recientes terremotos.
Decenas de miles de ciudadanos continúan durmiendo a la intemperie, hecho que ante la cercanía de las lluvias en el país asiático se convierte en un peligro latente de enfermedades y otros males.
Phurba Sherpa, quien perdió su negocio de venta de té y ahora pasa las noches con su esposa y otras nueve personas, bajo una lona en un campo de una escuela, dijo ser un refugiado en su propio país.
«He perdido todo. Mi casa, tienda y todas mis posesiones. Soy un refugiado en mi propio país», comentó, citado en el sitio web de la agencia Prensa Latina.
El 25 de abril, Nepal fue sacudido por un terremoto de magnitud 7,9, con epicentro en el distrito de Lamjung, ubicado a 75 kilómetros al noroeste de Katmandú. Ese sismo dejó más de 7.000 personas fallecidas.
El martes 12 de mayo se registró en el país asiático otro sismo de magnitud 7,4, que causó la muerte de más de 100 personas.
Las organizaciones humanitarias emitieron avisos sobre la posible propagación de enfermedades y el riesgo de más deslizamientos de tierra.
El Gobierno de Nepal sólo recaudó 70 de los 200 millones de dólares que solicitó para dar atención a personas sin hogar y, en especial, con vistas a cobijar a más de un millón antes de que comience la temporada de lluvias.