Ha habido por lo menos cinco muertes vinculadas a estos dispositivos de seguridad dañados. Los airbag de Takata pueden explotar y potencialmente enviar metralla en el rostro y el cuerpo del conductor y el pasajero del asiento delantero.
Las víctimas parecían con heridas de bala o de arma blanca, según reportaron los agentes de policía que llegaron al lugar de los accidentes. Otros tenían lesiones graves, como daño a la visión por los fragmentos que les golpearon los ojos a alta velocidad.
Antes de esto, el mayor retiro de autos registrado era de Ford con 21 millones de coches en 1980 por un problema en la transmisión que podría permitir que los vehículos se movieran aún cuando estuvieran en el cambio de parqueo, según Clarence Ditlow, director ejecutivo del Centro para la Seguridad Automotriz.