La Organización de Estados Americanos (OEA) falló en no adoptar una «actitud colectiva» y manifestarse sobre la crisis en Venezuela, aunque el diálogo político tendrá que ser resuelto sin injerencia externa, dijo el secretario general de la entidad, José Miguel Insulza, en entrevista exclusiva con AFP.
«Creo que ha sido muy lamentable que la OEA no haya tomado una actitud colectiva con respecto a Venezuela, cualquiera que sea, o que no haya habido una declaración», dijo Insulza, quien después de una década al frente de la OEA se apresta a dejar el cargo a su sucesor, el uruguayo Luis Almagro.
Desde el estallido de protestas en Venezuela que dejaron varios muertos el año pasado, dijo Insulza, la OEA llegó a protagonizar encendidos debates sobre los llamados continentales a la superación de la crisis política mediante el diálogo, pero no llegó a manifestarse como entidad.
En la visión de Insulza, la organización continental podía haber emitido una declaración diciendo que «tiene que haber un diálogo, y háganlo como quieran. Pero no ha habido nunca una declaración del Consejo Permanente de la OEA llamando al diálogo en Venezuela, y es una lástima».
En su diálogo exclusivo con la AFP, Insulza reforzó su convicción de que un diálogo en Venezuela «es la única salida posible».
Para el secretario general de la OEA, Venezuela debe resolver problemas económicos, de política cambiaria, desabastecimiento o de producción, «pero para eso hay que crear condiciones políticas, y en eso el diálogo en indispensable».
Aunque el diálogo sea esencial, añadió que «las señales de los últimos 14 meses no han sido las mejores. El gobierno no ha hecho concesión alguna, y se enorgullece de no haberlas hecho».
De cualquier forma, Insulza insistió en que «nadie quiere intervenir en Venezuela; no habrá salvadores externos de Venezuela».
Darle tiempo a Cuba
Una de las marcas fundamentales de la década de Insulza al frente de la OEA será sin dudas la reapertura de las puertas para el retorno de Cuba a la entidad continental, decisión adoptada en 2009, aunque el dirigente afirma que la isla aún tiene «un largo camino de retorno».
«Sería iluso decir que hubiera querido ver a Cuba de vuelta a la organización. A mí me parece bien como vamos hasta ahora, hay que darle tiempo al tiempo, porque Cuba tiene un largo camino de retorno» y todo indica que la dirigencia cubana «quiere tomarse las cosas con calma».
«Después de tantos años de ausencia, la OEA no es lo primero que (los cubanos) quieren hacer», comentó.
Para Insulza, lo más probable es que Cuba inicie un proceso gradual de reaproximación.
«Irán al BID, probablemente, o la Comisión Interamericana de Mujeres, o organismos de ese tipo, y con el tiempo vendrán. Lo importante es discutir formas en que Cuba pueda empezar a tener interacción con otros organismos del sistema» interamericano, comentó.
Para Insulza, «la OEA es tan de Cuba como de los otros países».
«Cuando llegué a la OEA, este era un tema tabú. No se podía hablar de Cuba porque era un asunto que provocaba divisiones. Y ahora podemos discutir esto abiertamente», señaló.
Además de la remoción de los obstáculos para el retorno de Cuba a la entidad, Insulza dijo a AFP que la gran contribución de su gestión ha sido iniciar la discusión sobre una nueva «visión estratégica» sobre el rol de la OEA en el mundo actual.
Para el dirigente, «los pilares esenciales son los mismos, pero hemos mostrado que es necesario pensar esos pilares a la luz de las necesidades actuales» y no de las ideas de cuando la OEA fue lanzada, en 1948.
¿Futuro político?
Con la salida de escena de la OEA después de una década, Insulza estará nuevamente en condiciones de poner su experiencia a disposición de la política chilena, donde aún es considerado un auténtico ‘peso pesado’.
«Cuando termine aquí retornaré a Chile y veré la situación. Tengo auditorio, tengo a quien hablarle, pero aún no sé en qué posición me quiero ubicar en el futuro. No cierro la puerta a nada. Estaré en Chile y estaré disponible», dijo.
En ese sentido, Insulza evitó cuidadosamente adelantar si el ex presidente Ricardo Lagos tendrá en él un auxiliar de prestigio o un adversario de peso. «Somos grandes amigos con el presidente Lagos. Creo que ha sido el personaje clave de la transición chilena, sin dudas», se limitó a a comentar. AFP