En Bella Vista, municipio Paz Castillo, como en otros sectores de La Gran Caracas, se sienten los estragos de la falta de agua, que ha bajado el nivel de los embalses y ha obligado a las autoridades a emprender planes de racionamiento
Mariche está convulso, todos los días llegan noticias de alguno de sus sectores que se alzan en protesta y cierran la Carretera Nacional Petare-Santa Lucía. El día de ayer el tocó el turno a Bella Vista, ubicada en el kilómetro 21 de la citada vía, la cual es usada para transportar carga y trasladar gandolas con combustible por Pdvsa. El motivo: la falta de agua.
“Tenemos más de tres meses sin que llegue ni una gota de agua por las tuberías y desde entonces nadie ha venido para ayudarnos aunque sea con una cisterna de agua”, dijo Dalia Hernández. “Así está todo Mariche: a medida que bajas a Santa Lucía te pueden encontrar varias trancas por lo mismo, solo hoy (ayer) hubieron tres”.
Según explican los dirigentes del Consejo Comunal de la localidad, son un total de 400 familias las que se ven afectadas por las fallas en la distribución del vital líquido, siendo en su mayoría mujeres y niños.
“En una casa pueden vivir hasta cinco familias, pero cuando vienen a traer el agua en cisterna nos dicen que son dos pipotes por vivienda, con eso no se puede lavar o bañar a los niños”, dijo Izbel Pérez, vecina de la comunidad. “Solo queremos que nos traigan agua, con que llegue una o dos veces por mes, no estaríamos haciendo esto, pero es que no podemos pasarnos la vida cargando pipotes de agua o comprando botellones; somos gente humilde, madres sin ayuda de nadie”.
Por tal motivo le hacen un llamado a las autoridades, tanto locales como regionales para que hagan acto de presencia en la comunidad para que atiendan sus requerimientos, que se han vuelto críticos, en especial para las familias que no cuentan con los servicios básicos.
“Le hacemos un llamado tanto al alcalde, Víctor Julio González, como al gobernador Henrique Capriles para que vengan y metan la mano por estos sectores, a los que solo parecen venir cuando necesitan votos”, dijo Nereida Ramírez, residente del sector. “Como ellos tienen derecho a que les llegue el agua a sus casas, nosotros también”.
Sequía generalizada
Las protestas en diversas regiones del país solo dan muestra de la grave sequía que está azotando al país, que ha llevado a ciudades como Puerto Cabello a ser surtida del vital líquido por barcos banqueros.
Solo en la región capital, a lo largo del día de ayer se registraron una serie de protestas que tenían en común la irregularidad en el servicio de aguas blancas en sus respectivas comunidades.
En la parroquia El Junquito es una de las zonas más afectadas dentro de la Gran Caracas: la comunidad informó que a partir del kilómetro 11 y hasta 17 la regularidad con la que llega el agua pasó de un mes y medio a más de dos meses.
Por su parte, en Caricuao, vecinos de UD2, UD4 y Las Adjuntas denunciaron que, además del plan de abastecimiento que les priva por un día del servicio, ahora la falla es intermitente. En UD4 se ha vuelto más crítica desde la semana pasada: «Se quemó el cerro y se cayó un tendido de luz, creemos que eso afectó unas bombas de agua ya que estuvimos sin luz y esas bombas son eléctricas», indicó Génesis Luna, según salió publicado en la página web del diario 2001.
Asimismo, en el sector La California, Los Teques, tiene que esperar hasta mes y medio para poder acceder al suministro.
Desde Guarenas, la comunidad de Nueva Casarapa, denunció que el servicio es intermitente desde principios de año y que en las últimas dos semanas llega cada dos días.
Luís Guillermo Valera
lvalera@diariolavoz.net
Fotógrafo: Giovanni Martínez