El encarcelado líder opositor venezolano Leopoldo López inició una huelga de hambre y pidió una gran protesta contra el gobierno la semana próxima, en un video difundido el sábado.
López lleva más de un año en una prisión militar por cargos relacionados con su papel en liderar protestas el año pasado contra el gobierno socialista del país.
En el video, López reitera sus acusaciones de corrupción e incompetencia en el gobierno, y acusa a las autoridades de matar a docenas de personas en las protestas de 2014, en las que murieron más de 40 personas.
La grabación se difundió después de que la moneda venezolana perdiera un cuarto de su valor en la última semana.
Antes el sábado se supo que otro destacado opositor al gobierno de Venezuela, Daniel Ceballos, había sido transferido desde la prisión donde estaba retenido con López a otro centro lejos de la capital.
El video de López ofreció una mirada poco habitual al líder opositor, educado en Harvard y que se ha convertido en un símbolo célebre a nivel internacional para los oponentes del presidente, Nicolás Maduro.
«A un año y tres meses de nuestro llamado, la situación es peor de lo que era el año pasado: más colas, más inflación, más escasez, más inseguridad, más corrupción», dice ante lo que parece una puerta de metal en una sala de paredes blancas y casi vacías.
En su mensaje, López pide grandes manifestaciones pacíficas el próximo sábado. También anuncia que él y Ceballos comenzarán una huelga de hambre para pedir la liberación de los presos políticos, el final de la represión y que se convoque la fecha para elecciones legislativas, que el gobierno ha prometido celebrar en noviembre o diciembre.
El defensor venezolano del Pueblo, Tarek William Saab, dijo que se había reunido con López el sábado, de quien dijo fue disciplinado después de que se halló un teléfono celular en su celda en violación a las normas de la cárcel. Las autoridades carcelarias indicaron que es el tercer teléfono móvil hallado en su celda en cuatro meses, agregó el defensor del Pueblo.
Antes, se conoció que Daniel Ceballos telefoneó a su madre antes del amanecer el sábado para decirle que lo habían pasado a una de las penitenciarías más violentas de Venezuela, en el poblado de San Juan de los Morros, dijeron su abogado y algunos de sus partidarios.
Saab desmintió más tarde esa información y dijo haberse reunido con Ceballos en otra cárcel recién inaugurada en el mismo poblado. En una serie de mensajes colocados en Twitter, Saab indicó que el exalcalde goza de buena salud y que la oficina de este funcionario de derechos humanos seguiría monitoreando las condiciones de su confinamiento.
Ceballos «está recluido en 1 recién estrenado lugar de detención conocido como Centro para Procesados 26 de Julio (Guarico)», a unos 200 kilómetros al sureste de Caracas, afirmó Saab. Dicha prisión fue inaugurada en febrero y cuenta con capacidad para 1.970 reos.
El líder opositor, que fue retirado de su puesto como alcalde de la ciudad occidental de San Cristóbal durante manifestaciones antigubernamentales el año pasado, se encontraba anteriormente en la prisión militar de Ramo Verde en las afueras de Caracas junto con Leopoldo López.
Se desconoce la razón de la transferencia de Ceballos. Su abogado, Juan Carlos Gutiérrez, dijo que ni él ni ningún pariente de su cliente habían visto la orden de un juez que se requiere para pasarlo a otra cárcel.
La transferencia ocurre menos de una semana después de que Ceballos, a pesar de estar tras las rejas, ganó unas elecciones primarias en San Cristóbal para ser el candidato de la alianza opositora en las elecciones legislativas a realizarse más adelante este año. Bajo las leyes venezolanas, un triunfo en los comicios generales podría darle la libertad porque los legisladores reciben inmunidad de ser enjuiciados durante sus períodos en el Congreso.
Ceballos fue arrestado en marzo de 2014 y rápidamente se le fincaron los cargos de desobediencia a la autoridad por su negativa a retirar las barricadas colocadas por manifestantes en San Cristóbal. Aunque completó la sentencia de un año, se ordenó que permaneciera en la cárcel mientras aguardaba un juicio por cargos más graves vinculados a su respaldo de protestas antigubernamentales en la ciudad, tras las cuales se desató una oleada nacional de agitación contra el gobierno.
AP