El arzobispo de la capital salvadoreña, José Luis Escobar, aseguró este domingo que reliquias del ahora beato Óscar Arnulfo Romero, estarán en cada una de las catedrales de las capitales de los países de Centroamérica para su veneración.
«Ahora que ha sido beatificado, tienen el deseo de darle pública veneración en todos los países de América Central y nos han pedido una reliquia de monseñor Romero para venerarla en cada una de las catedrales», aseguró Escobar en una misa de acción de gracias en honor al asesinado arzobispo en la catedral de San Salvador.
El pedido de reliquias del beato Romero lo han hecho los arzobispos del Secretariado Episcopal de América Central (Sedac), explicó Escobar.
El sábado, monseñor Romero asesinado el 24 de marzo de 1980 y conocido en vida como «la voz de los sin voz» por denunciar las injusticias sociales y la represión, fue beatificado durante una ceremonia pública en la Plaza Salvador del Mundo en San Salvador.
Designado por el papa Francisco para beatificar a monseñor Romero, el cardenal Angelo Amato, declaró que la fiesta del nuevo beato será el 24 de marzo, por ser «el día en que nació para el cielo», en referencia al día de su asesinato.
Escobar destacó que la camisa blanca que portaba Romero el día en que fue asesinado y que esta cubierta por una mancha de su sangre, fue colocada en un relicario de vidrio en la catedral de San Salvador para su veneración por unos días y luego será llevada en peregrinación por cada parroquia del país.
El arzobispo de San Salvador aprovechó para agradecer al papa Francisco por su decisión de hacer beato a Romero y llamarlo «el padre de los pobres».
Defensor de una opción preferencial por los pobres y por denunciar la injusticia social y la represión militar vigente en El Salvador, Romero fue asesinado cuando oficiaba misa el 24 de marzo de 1980 por un francotirador contratado por sectores de ultraderecha.
La noche del magnicidio…
La noche en que mataron a monseñor Óscar Arnulfo Romero estallaron las primeras bombas de la guerra civil en El Salvador. Fue una «noche larga» de apagones y mucha tristeza, recuerda Gaspar Romero, hermano menor del arzobispo mártir que será beatificado este sábado.
Gaspar, de 85 años, y doce años menor que Óscar Arnulfo, celebra la beatificación pero rememora el «profundo» dolor que sintió el 24 de marzo de 1980, cuando su hermano fue asesinado frente al altar mientras celebraba la misa en la capilla de un hospital para personas enfermas de cáncer en San Salvador.
Pocas horas después, San Salvador quedaba a oscuras por el sabotaje de la red eléctrica, preludio de una guerra civil (1980-1992) que dejó más de 75.000 muertos. AFP
Obama expresó regocijo
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, expresó el «regocijo» ante la beatificación del arzobispo salvadoreño Oscar Arnulfo Romero, a quien definió como una personalidad «inspiradora» para todo el continente americano. «Hoy me uno a la gente de El Salvador y de todo el mundo para recibir con regocijo la beatificación del Arzobispo Romero», expresó el mandatario estadounidense en una nota oficial de la Casa Blanca.
Para Obama, Romero fue «una figura inspiradora para la gente de El Salvador y de todo el continente americano. Fue un sacerdote inteligente y un hombre valiente».
«Me emocioné profundamente cuando tuve la oportunidad de rendir honores ante la tumba de Monseñor Romero en mi visita a El Salvador» en 2011, expresó Obama, para añadir que el sacerdote «hizo frente a los males que veía sin temor, guiado por las necesidades de su amado pueblo: la gente pobre y oprimida de El Salvador».
AFP