La caída de la temperatura en la franja oriental de Estados Unidos puso el domingo a más gente en peligro en una región que sufre ya carestía de gasolina, persistentes apagones y brotes de delincuencia como secuela de la tormenta Sandy. Con temperaturas casi heladas, hay más de 700.000 personas todavía sin electricidad en el área. Los vecinos hacen filas ante las estaciones de servicio, en busca de unos pocos galones de gasolina para poder movilizar sus vehículos.
Con temperaturas casi heladas, hay más de 700.000 personas todavía sin electricidad en el área. Mucha gente que planeaba participar en el maratón de la ciudad que fue cancelado, acudió al castigado distrito de Staten Island el domingo por la mañana para ayudar a las víctimas de la tormenta
NUEVA YORK. La caída de la temperatura en la franja oriental de Estados Unidos puso el domingo a más gente en peligro en una región que sufre ya carestía de gasolina, persistentes apagones y brotes de delincuencia como secuela de la tormenta Sandy.
Con temperaturas casi heladas, hay más de 700.000 personas todavía sin electricidad en el área. Mucha gente que planeaba participar en el maratón de la ciudad de Nueva York que fue cancelado, acudió al castigado distrito de Staten Island el domingo por la mañana para ayudar a las víctimas de la tormenta.
Otros maratonistas decepcionados improvisaron carreras por su cuenta. Miles se reunieron en el Central Park poco después del amanecer, incluyendo equipos de deportistas de Italia, Alemania y España que comenzaron sus maratones personales dando algunas vueltas al parque.
«Mucha gente simplemente quiere terminar lo que comenzó», dijo Lance Svendsen, organizador de un grupo llamado Run Anyway.
El alcalde neoyorquino Michael Bloomberg buscó evadir la controversia suscitada por la cancelación del maratón anual de esta ciudad, considerando la situación de miles de personas que sufren de forma especialmente cruel las consecuencias de Sandy, muchas de ellas sin hogar y otras sin electricidad, ni agua corriente, ni gas, ni teléfono.
El alcalde dijo el sábado que la decisión fue la correcta y que su administración tiene problemas más acuciantes que atender en estos momentos, especialmente suministrar grandes generadores en áreas que necesitan con urgencia electricidad.
«Hablé con mucha gente que está preocupada y frustrada y padece frío», dijo Bloomberg tras visitar el barrio de Rockaways en la zona de Queens. «No hay electricidad ahí y la temperatura está bajando. Incluso los que tienen generadores se las ven duras para obtener combustible».
Bloomberg indicó además que solucionar la escasez de gasolina podría demorar días.
La ciudad abrió refugios con calefacción en áreas que carecen de suministro eléctrico, y el alcalde pidió a las personas de mayor edad que acudan a ellos si no tienen calefacción en casa. La ciudad también entregará 25.000 mantas a personas que insistan en quedarse en sus viviendas sin electricidad.
«Por favor, sé que algunas veces las personas se rehúsan a aprovechar los servicios. El frío es algo realmente peligroso», dio después de visitar Rockaways.
Aunque Nueva York y Nueva Jersey sufrieron lo peor de la destrucción, la tormenta se extendió por 1.600 km (1.000 millas), causó la muerte de 107 personas en 10 estados —41 de ellas en Nueva York_, dejó sin electricidad a 8,5 millones de inmuebles y canceló 20.000 vuelos. El daño económico se calcula en 50.000 millones de dólares.
Más de 2,2 millones de personas siguen sin electricidad en varios estados tras haber tocado tierra Sandy el lunes por la noche.
AFP / MARIO TAMA