¿Quién se lo podía imaginmar?
La tan rumoreada crisis del matrimonio de Jennifer Garner y Ben Affleck ha alcanzado supuestamente un punto crítico que habría llevado a la actriz a plantearse la posibilidad de solicitar la custodia completa de sus hijos, Violet (9) Seraphina (6) y Sam (3), durante el proceso de divorcio.
“Jen va a intentar conseguir la custodia completa”, aseguró una fuente al portal Radar Online.
La intérprete se encuentra ahora en Montreal, a donde se ha trasladado para comenzar a rodar la cinta Nine Lives tras protagonizar una discusión relacionada con el colegio de sus pequeños con su todavía esposo que le habría empujado a hacer las maletas y a abandonar el hogar familiar en Los Ángeles.
“Jen se volvió loca y a Ben le pareció que estaba exagerando. Eso ha provocado una separación inmensa entre ellos. A Ben le dio la impresión de que Jen no le apoyaba y viceversa. Sus amigos han intentado aconsejarle, diciéndole que debe apoyarla. Pero Jen tiene la impresión de que la ha dejado sola, sin apoyo. Ben no ha intentado ponerse en contacto con ella para arreglar las cosas. Es como si no le importara. Ben no quiere generar drama, así que no se ha enfrentado a ella”, apuntó otro informante cercano a la pareja, hasta ahora una de las más sólidas de Hollywood.
Se cree que las principales causas del desgaste en la relación de los dos actores serían las supuestas infidelidades y problemas con el juego de Ben, que los pasados 3 y 14 mayo realizó sendos viajes relámpago a Las Vegas para participar en una partida nocturna de póquer mientras su mujer se encontraba en Nueva York en viaje de negocios.
“Jen acusó a Ben de estar demasiado unido a su compañera de reparto Anna Kendrick[con quien trabaja en la cinta The Accountant], y Ben se sintió tan ofendido que no dudó en dejar plantada a su mujer en su cumpleaños para acudir a un retiro budista en Canadá donde se le pudo ver sin su alianza matrimonial”, explica la revista OK!