Un criterio importante a la hora de seleccionar un cepillo de dientes eficaz es el número y la calidad de las cerdas.
Los dentistas recomiendan lavarse los dientes después de cada comida o, al menos, dos o tres veces al día. El cepillado más importante es el que se realiza antes de irse a dormir, porque durante el sueño disminuyen los movimientos de la lengua y la producción de saliva, y esto favorece la aparición de placa bacteriana.
Cepillar los dientes, por lo tanto, debe convertirse en un hábito, y la técnica empleada para remover la placa dental es vital, ya que si el cepillado no es adecuado no cumple su objetivo. Un ejemplo de un cepillado incorrecto es mover enérgicamente el cepillo en sentido horizontal de un lado a otro. Aunque parece la forma más sencilla de cepillar los dientes no es eficaz porque no elimina la placa bacteriana de toda la superficie dental, sino que la arrastra sobre la dentadura y, además, puede dañar el esmalte de los dientes e irritar las encías.
Hay diversas técnicas de cepillado, y cada persona debe elegir la que le resulte más cómoda y efectiva, teniendo en cuenta que es imprescindible realizar todos los movimientos con la mayor minuciosidad y rigurosidad posible, y durante el tiempo suficiente, ya que de ello depende la correcta eliminación de la placa bacteriana y, por lo tanto, la salud bucodental. La técnica de cepillado más aceptada es la de Bass modificada.
•Técnica de Bass modificada: consiste en la colocación del cepillo dental con una angulación de 45 con respecto al eje mayor del diente, y realizar movimientos de vibración durante varios segundos por cada grupo de dientes. Esta técnica es, además, la más apropiada para pacientes con problemas periodontales.
•Técnica de fregado u horizontal: es la más recomendable para los niños, por la marcada anatomía dentaria que presentan, y porque resulta sencilla para comenzar a usar el cepillo de dientes. En esta técnica se utilizan movimientos horizontales.
•Técnica circular o de Fones: está destinada a los más pequeños debido a su falta de destreza para manejar el cepillo. Se trata de realizar movimientos circulares amplios con la boca del niño cerrada, desplazando el cepillo desde el borde de la encía del diente superior al inferior. De esta forma se elimina la placa y se masajean las encías.
Es necesario cepillar los dientes después de cada comida, durante al menos dos minutos (mejor si son tres), y efectuando todos los movimientos correctamente, para que el cepillado sea eficaz. Por la noche, antes de dormir, el cepillado debe ser exhaustivo, ya que es cuando más riesgo existe de proliferación bacteriana y, por lo tanto, de caries.
Es conveniente que también se cepillen la lengua y el paladar, así como masajear las encías, para activar la circulación sanguínea y favorecer la eliminación de los restos de alimentos que se hayan podido acumular entre diente y encía. /www.webconsultas.com
