Noel Álvarez*
Twitter: @alvareznv
El gobierno pareciera tener problemas de audición. En los últimos meses varios venezolanos sugerimos “dolarizar los salarios”, propuesta que tiene como primer objetivo salvaguardar la capacidad adquisitiva de los más débiles jurídicos y después elevar el nivel general de vida del país. Pareciera que el gobierno escuchó con atención el mensaje pero efectuó mal la traducción, porque de acuerdo a informaciones extraoficiales decidió “dolarizar la venta de los carros”. Hasta el momento de escribir este artículo no se ha hecho un anuncio oficial, sin embargo, el tema está en el tapete.
Los seguidores del gobierno nos han insultado por la propuesta de dolarizar los salarios. Para ellos todo es ideológico, mientras que para los que defendemos esta tesis la propuesta es netamente práctica, realista y bien intencionada. Con la decisión que parece inminente de permitir la dolarización de la venta de los carros y ya hace un tiempo la de los pasajes aéreos, el gobierno reconoce una necesidad creciente, pero creo que esta tomando el toro por la cola, en vez de hacerlo por los cuernos.
La ecuación económica tiene dos miembros, por un lado, los salarios, pensiones y rentas. Por el otro, están los bienes y servicios. Me parece inmoral e inhumano alterar este equilibrio para perjudicar al más débil, como lo están haciendo. Este gobierno prometió acabar con la exclusión social y la pobreza, pero que hoy muestra estos resultados. Marzo de 1999: el dólar marcador de la economía se cotizaba en 583,50 bolívares por dólar; el salario mínimo de aquel entonces era 120 mil bolívares mensuales, es decir, los trabajadores sin ninguna calificación ganaban 206 dólares mensuales. En 2015, el salario mínimo, a partir del primero de mayo, se ubicó en 6.746,97 bolívares, en divisas representa 22 dólares por mes. Esa categoría de trabajador se empobreció en 184 dólares por mes, pero el gobierno le sigue diciendo que hoy vive mejor.
El gobierno es muy ladino a la hora de no reconocer algo, comienza a recorrerlo por todas las redes informales para medir su impacto. De esta forma nos hemos enterado del convenio dolarizado y de los posibles precios de los carros, que estaría por aprobarse. También deslizan la información de que la venta será a tasa Simadi. La pregunta es ingenua: ¿va a vender el ejecutivo los dólares a esa tasa para efectuar las transacciones? Usted y yo sabemos de dónde tendrán que salir esos dólares y también a que precio deberán ser pagados. Haciendo cálculos concluyo que por ejemplo, un médico que trabaje durante 8 horas en un hospital público ganando 17 dólares mensuales, necesitará trabajar 181 años, para poder comprar el carro más económico, cuyo precio es 37 mil dólares.
*Coordinador Nacional de “Gente” Generación Independiente