“La ignorancia de los gobernantes en el saber hacer es causa de daños graves a los gobernados”
Aupados desde la Presidencia del país, diputados inescrupulosos y sindicalistas irresponsables, validos de la intervención arbitraria de funcionarios que deben velar y fomentar el desarrollo sostenible de las industrias y comercios en el territorio nacional, amenazan por doquiera con interrumpir el funcionamiento y hasta cerrar las instalaciones y plantas de Empresas Polar.
La Polar los avergüenza y los degrada por la envidia debida al éxito de la empresa y el bienestar de sus trabajadores y empleados. Mejor dicho, tales tristes personajes de la vida política, económica e institucional del país, se reconocen avergonzados de que lo que funcionaba y expropiaron, y ahora bajo su injerencia mal opera y poco produce.
Bajo la acción de su injustificada envidia –porque de eso se trata- se han perdido empleos y puestos de trabajo, con la consiguiente penuria en numerosos hogares venezolanos. Por la vesania o ensañamiento de sus actos ilegales e inconstitucionales contra los productores y distribuidores de bienes y servicios desaparecen, encarecen, escasean y desmejora la calidad de productos indispensables para la alimentación, la salud, el vestido, la construcción o la agricultura en el país.
Según gerentes y ejecutivos las instalaciones de Alimentos Polar han recibido, en lo que va del año 2015, más de 165 inspecciones de organismos públicos y han respondido más de 1.500 requerimientos de información.
Desde la sede nacional de Psuv, en Caracas, activistas de ese partido declaran que esta empresa, dedicada a la producción y distribución de alimentos, <viola los derechos de los trabajadores>. También anuncian que <la paralización de actividades que iniciaron en la agencia de distribución de Turmero, estado Aragua, y a la que se sumarán las de Carabobo, Guárico y Apure, se extenderá durante la próxima semana a los centros de Planta Oriente en Anzoátegui, Planta Modelo en Zulia y Planta Los Cortijos en Caracas>.
Lo cierto es que Industrias Polar provee a los venezolanos y fuera del país: Cervezas y maltas; refrescos y bebidas no carbonatadas; alimentos (harina precocida, pastas, avena, arroz, café, margarina, aceites, agua mineral); mantenimiento y limpieza; helados; y vinos. Su eventual cierre como empresa haría desaparecer no solo su cotizada harina precocida sino también decenas de productos básicos.
Es sabido que los envidiosos –por no decir el malvado y el holgazán- no se interrogan de qué manera y en cuáles circunstancias un empresario alcanza éxito al diseñar, producir y comercializar bienes y servicios, al tiempo que genera numerosos empleos y paga elevados salarios. No, a aquél simple y llanamente lo embarga la codicia y la avaricia de apropiarse de los bienes ajenos, abusando del eventual poder de extorsión y chantaje que detenta para lucrarse inescrupulosamente desde la administración pública y mientras disfruta del poder político o del Estado.
La Polar los hace experimentar el sentimiento del minusvalía y del quebrantamiento, que solo es imputable a ellos mismos por su desempeño incompetente en funciones de gobierno; perciben que su fracaso al frente de las esferas del Estado los posiciona en un lugar irrelevante o, cuando menos, los ubica en el lugar que le es adverso cuando se comparan con otros actores sociales, económicos o políticos y advierten que éstos valen o poseen más méritos, prestigio, reconocimiento y aceptación social que el propio envidioso.
PHernán Papaterra
hpapaterra@yahoo.com