En el interior del anexo de una residencia donde vivía en el callejón Guaicaipuro, kilómetro 7 de El Junquito, fue localizado este sábado el cadáver de Edgar David Tovar, peluquero de 50 años de edad, a quien sus familiares no veían desde el pasado jueves.
El hombre hacía trabajos de peluquería a domicilio. El jueves pasado estuvo con una amiga en Catia, haciendo diligencias, pero ella lo dejó y se fue. Ese mismo día, un hermano de Tovar se lo encontró cerca de la casa y éste le pidió que le brindara una cerveza, se la compró pero se despidieron tras un breve diálogo.
Esa noche, el peluquero quedó en ir a la casa de una clienta para hacerle un trabajo. Su sobrina, Yargelis Lorca que es manicurista en una peluquería se encargaría de arreglarle las uñas de las manos. Cuando llegó la hora de irse su tío no apareció.
Lorca vive en la misma casa multifamiliar donde su tío tenía un anexo. “Me pareció muy extraño y por pena me ofrecí a secarle el cabello a la muchacha, para por lo menos no dejarla así. Lo raro era que él había comprado todo ya, la laca y los ganchos pero nunca llegó y no quise ser tan imprudente como para tocarle la puerta. Me arrepiento mil veces de no haberlo hecho, quizás habría escuchado algo y lo hubiéramos ayudado”, contó.
Se presume que el homicidio ocurrió esa misma noche, porque fue el último día que lo vieron. Al amanecer del lunes, la madre de Yargelis le comentó a su hija que a su cuarto llegaba un mal olor, pero el tema quedó allí. El sábado en la mañana, el hedor era tan fuerte que llegaba al callejón. “Ya era muy fuerte, le comente a mi mama y ella me dijo que tenía un mal presentimiento. Me fui a trabajar y me llamaron que para decirme que ese olor venía de la casa de mi tío. Llamaron a mi otro tío para que fuera y le abrieran la puerta”, contó Lorca.
Un hermano del peluquero y un sobrino reventaron la cerradura para ingresar. Fue cuando lo descubrieron muerto sobre un box sprint, pero tenía encima el colchón, unas sábanas y una cesta de ropa sucia.
Aunque no tenía heridas aparentes, tampoco eran visibles debido al avanzado estado de descomposición. La familia cree que lo estrangularon o asfixiaron, para luego taparlo con todas esas cosas para que no lo pudieran hallar tan rápido.
Sospechan que el homicidio fue perpetrado por la más reciente pareja del peluquero, un joven de 28 años con quien tenía una relación de apenas un mes. Del anexo desaparecieron algunas pertenencias, como televisor, DVD y las herramientas de trabajo de la víctima, un secador y sus cepillos.
Tovar tenía poco tiempo de haberles presentado a ese joven que siempre iba a visitarlo o se quedaba en su casa. Lo recordaron como una persona muy callada, aunque por referencia del mismo peluquero y algunos amigos, conocían de sus peleas. Desde que ocurrió el crimen no ha vuelto por allá y eso lo convierte en el principal sospechoso.
Este hombre a quien conocían como Eduardo, supuestamente trabajaba cargando verduras y hortalizas en el mercado mayorista de Coche
AA