En la sesión, el diputado Juan Ávila, en nombre de la fracción revolucionaria, expresó que “esta es una honra a un hombre de grandes cualidades humanas y religiosas; y no la religión entendida desde la practica de acomodarse al orden establecido, sino de un defensor de la teología de la liberación, de los Derechos Humanos, que abrió las puertas de su iglesia para proteger al pueblo perseguido y torturado”.
Resaltó que Óscar Arnulfo Romero, hoy Beato, fue víctima de una política sistemática que acallaba las voces disidentes que se atrevían a denunciar las arbitrariedades de gobiernos dictatoriales.
Instó a rescatar el pensamiento y la prédica del cura mártir, quien hasta el último día de su vida “rogó e imploró que cesara la represión”.
“Hoy Óscar Arnulfo Romero nos desafía a que no volvamos a ese terrible y oscuro pasado que representa la derecha, hija de esos gobiernos represivos”.
Hace 35 años, mientras oficiaba una misa en el Hospital Divina Providencia de San Salvador, el Arzobispo Arnulfo Romero fue asesinado por una bala fulminante directo al corazón. Su asesino fue enviado por un comando de los escuadrones de la muerte, entrenados y financiados en las Escuela de las Américas, creada por Estados Unidos, para implementar una política de persecusión y represión contra figuras y movimientos que defendían las clases populares en América Latina.
En la sesión ordinaria de este martes, la diputada Blanca Eekhout recordó que las campañas de desprestigio, impulsadas por empresas periodísticas contra Öscar Arnulfo Romero, operan en la actualidad igualmente con «campañas brutales contra nuestro Presidente Obrero y el presidente de nuestra Asamblea Nacional y así como con nuestro fiscal Danilo Anderson, al que empezaron a asesinar moralmente a través de la descalificación para luego entrar al acto criminal y bárbaro, tal y como fue con Monseñor Romero».
Los líderes de América Latina se sumaron al júbilo del pueblo salvadoreño que celebró la beatificación de Monseñor Óscar Arnulfo Romero.
El pasado 3 de marzo, el Papa Francisco aprobó el decreto que reconoce el martirio del arzobispo de San Salvador, en odium fidei, es decir, que fue asesinado por odio a la fe, por lo que se beatificó sin la necesidad de un milagro.
Ante esto, Venezuela, mediante un comunicado del Ministerio para Relaciones Exteriores, felicitó al pueblo de El Salvador. «Este reconocimiento reivindica la unión espiritual que hay entre los más pobres y la fe cristiana en su esencia más íntegra», refiere el texto.
También el presidente de la República, Nicolás Maduro, calificó a Romero como un hombre «que abrazó la causa en defensa de los humildes, en tiempos que el continente estaba sometido a dictaduras militares que gobernaban bajo el odio, el crimen, el miedo y la represión».