Alemania, Estados Unidos y la Unión Europea reiteraron el domingo su firmeza ante Rusia en el conflicto ucraniano, el principal tema junto a la crisis griega de la cumbre del G7 que se celebra en Alemania.
Justo antes de compartir cerveza (sin alcohol) y bretzels con la canciller Angela Merkel en el pueblecito alemán de Krün, el presidente estadounidense, Barack Obama, insistió en la fortaleza de la relación germano-estadounidense y en la necesidad de hacer frente a la «agresión» rusa en el este de Ucrania.
Un mensaje claro hacia el presidente ruso, Vladimir Putin, excluido del círculo de las principales potencias industriales desde que anexionase en marzo de 2014 la península ucraniana de Crimea.
El encuentro bilateral de los dos dirigentes estuvo rodeado de folclore, bajo un sol espléndido y con las cumbres alpinas nevadas de fondo.
Ambos estuvieron de acuerdo en mantener las sanciones a Moscú mientras no respete completamente los acuerdos de Minsk y la soberanía de Ucrania, indicó más tarde la Casa Blanca.
AFP