La cepa del virus del ébola que circuló en África occidental y que causó en 2014 una epidemia sin precedentes de esta fiebre hemorrágica, es en realidad menos virulenta que la que apareció por primer vez en 1976 en el centro del continente.
La investigación realizada por virólogos estadounidenses sobre macacos Rhesus en los institutos de salud estadounidenses (NIH) mostraron que la infección en África occidental, que causó al menos 11.000 muertos, no se está volviendo más severa.
“De hecho, el nuevo estudio sugiere que la cepa actual del virus llamado Makona tiene menos capacidad de provocar síntomas en el modelo animal utilizado, en comparación con la cepa de 1976″, señaló el estudio.
La cepa anterior es conocida como Mayinga, mientras que la que afectó el año pasado recientemente a Liberia, Guinea y Sierra Leona se identifica como Makona.
En 1976, el brote de ébola fue limitado. Mató a 318 personas en la República Democrática del Congo –antes Zaire– y a 425 en Uganda. Pero su impacto fue bajo porque ocurrió en áreas rurales y escasamente pobladas.
En el experimento de los NIH, se infectó a dos grupos de monos con una u otra cepa de ébola.
En tres días, ambos grupos estaban contaminados con el virus. Los infectados con la cepa Mayinga desarrollaron erupciones en el cuarto día y estaban gravemente enfermos en los días quinto y sexto.
Pero los monos infectados con la cepa Makona no desarrollaron erupciones hasta el sexto día y los síntomas no aparecieron hasta el séptimo.
Además, el daño hepático, que es un resultado típico de la infección de ébola, apareció en los monos infectados con la cepa Makona dos días después que en aquellos con la Mayinga.
Finalmente, los sistemas inmunológicos de los animales con la cepa más débil –la Makona– produjeron cerca del triple de proteínas antivirales que aquellos con la más fuerte.
Los virólogos que realizaron el estudio planean investigar más la forma como reaccionan los sistemas inmunológicos en ambas cepas de ébola, pero suponen que es necesario que transcurran al menos siete días tras una infección para que el cuerpo responda efectivamente.
Al parecer, los macacos infectados con la cepa Mayinga no desarrollaron ninguna forma de protección inmunológica porque la enfermedad progresó demasiado rápido.
Actualmente, en África, se están realizando tres pruebas clínicas de fase 3 de dos vacunas contra la cepa Makona. Hasta ahora han mostrado resultados prometedores.