Dos exiliados venezolanos comenzaron una huelga de hambre frente a la sede de la ONU en Nueva York para llamar la atención sobre supuestas violaciones de derechos humanos en su país y denunciar la situación de los que consideran presos políticos pidieron hoy al organismo que intervenga.
«Este tipo de instituciones no pueden seguir tratando al Gobierno venezolano como si fuera un gobierno democrático (…) Ya está bueno que se hagan la vista gorda. Hay gente que está sufriendo torturas físicas y psicológicas«, dijeron hoy en una entrevista con Efe Eduardo Bavaresco y Josmir Gutiérrez.
Los dos exiliados viajaron desde Miami (Florida), su lugar actual de residencia, hasta Nueva York para comenzar en la tarde del martes una huelga de hambre y presionar para que el Consejo de Derechos Humanos intervenga en su país ante las violaciones que, a su juicio, se están cometiendo y pedir la liberación inmediata de los que consideran presos políticos.
«Tiene que haber un pronunciamiento (de la ONU) y una acción a través de los mecanismos que entiendan pertinentes«, dijo Bavaresco, un ingeniero industrial de 39 años que se instaló frente a la sede de la ONU con banderas de Venezuela y fotografías de políticos presos en Venezuela.
Con esta medida de presión se suman a más de medio centenar de personas dentro y fuera de Venezuela que han optado por seguir los pasos de los líderes opositores Leopoldo López y Daniel Ceballos, quienes a finales de mayo iniciaron una huelga de hambre en la cárcel para exigir la liberación de todos los que consideran presos políticos.
Menos de veinticuatro horas después de iniciar su protesta, Bavaresco y Gutiérrez fueron recibidos hoy por dos funcionarios de la oficina en Nueva York del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, confirmó a Efe un portavoz del organismo.
«En situaciones así, cuando la gente viene a la ONU a compartir sus puntos de vista, siempre tratamos de asegurar que cada una de sus demandas sean escuchadas. Tomamos nota y después las pasamos a nuestros colegas en Ginebra», dijo el mismo portavoz al término de la reunión, que se extendió por más de una hora.
Antes del encuentro con los dos funcionarios, Gutiérrez aseguró a Efe que su objetivo no es solo ser recibidos, sino que Naciones Unidas tome cartas en el asunto y «aplique sus protocolos» para que en los Estados miembros «haya paz, justicia y se respeten los derechos humanos».
«Hemos tomado esta acción dramática (porque) no hay nada peor que ver cómo tu país pierde la libertad«, se lamentó Gutiérrez, una dirigente estudiantil que se estableció hace un año en Miami después de sufrir una «persecución fuera de serie» de las autoridades que terminó con una orden de arresto en su contra.
Los dos exiliados, del Movimiento de Venezolanos en Apoyo a la Resistencia en el Exilio (Movere), explicaron a Efe que piden la intervención de la ONU porque, según recordaron, el Alto Comisionado ya expresó en marzo pasado su preocupación por la violencia y la transgresión de las garantías fundamentales en Venezuela.
«Los organismos internacionales saben de la situación y mientras (no intervienen) las cosas en Venezuela siguen pasando«, criticó Bavaresco, quien abandonó su país hace casi dos meses.
Tanto Bavaresco como Gutiérrez dejaron claro que están dispuestos a continuar con la huelga de hambre «mientras haga falta» y hasta que reciban una «respuesta» satisfactoria de parte de Naciones Unidas, hasta que «nos digan que nos van a ayudar a resolver el problema». EFE