Corea del Sur registró este jueves la décima muerte por el virus MERS o síndrome respiratorio de Medio Oriente, cuya propagación obligó además a cerrar dos clínicas, cuyo personal, pacientes y visitas fueron puestos en cuarentena.
El último fallecido es un hombre de 65 años, informó el Ministerio de Salud surcoreano. Otros 14 casos se confirmaron este jueves, entre ellos una mujer embarazada, lo que eleva el número total a 122.
El brote de Corea del Sur es el mayor fuera de Arabia Saudita, donde se detectó el virus por primera vez en 2012.
Hasta el momento, más de 3.800 personas están en cuarentena. Más de 950 fueron liberadas de la cuarentena después de que dieron negativo para MERS.
La situación llevó incluso al Banco Central de Corea del Sur a cortar inesperadamente las tasas de interés el jueves por la preocupación de que el brote frene el crecimiento y el gasto.
El Banco de Corea recortó su tasa de interés un cuarto de punto porcentual hasta el 1,5%, debido a «preocupaciones tras el brote MERS sobre contracciones en la demanda interna así como en el consumo y en la confianza económica», informó en un comunicado.
El miércoles, la oficina de la presidenta de Corea del Sur, Park Geun-hye, anunció que había cancelado su viaje programado para el domingo a Estados Unidos con el fin de abordar la situación.
Hospitales seguros
En una sesión informativa este jueves, el ministro de Salud, Moon Hyung-pyo, informó que los hospitales surcoreanos implementarían un programa de «hospitales seguros» para separar a los pacientes sospechosos de MERS de otros pacientes.
Las autoridades sanitarias del país hicieron hincapié en que con solo 122 casos confirmados de 1.320 analizados, los pacientes en cuarentena no deberían «preocuparse demasiado».