El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, pidió hoy al Gobierno y a la oposición en Venezuela que encuentren una vía de diálogo, al tiempo que señaló la disposición de la UE para ayudar a ese país «cuando se nos solicite».
Tusk se refirió a que «la situación interna de Venezuela fue un tema importantísimo en los debates» de la cumbre del miércoles y el jueves entre la Unión Europea (UE) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
En la llamada Declaración de Bruselas con que se cerró la cumbre se reitera el rechazo de las partes «a las medidas coercitivas de carácter unilateral con efecto extraterritorial, que son contrarias al derecho internacional».
No hace mención directa al decreto por el que EEUU consideró a ese país latinoamericano una amenaza para su seguridad, como pedían Caracas y otras naciones latinoamericanas.
En el documento «hicimos un llamamiento a su gobierno para que trabaje con todos los partidos políticos y con la sociedad civil. Nos alegramos de ver que hay iniciativas de nuestros socios regionales, como por ejemplo de Unasur», dijo Tusk.
El ex primer ministro polaco agregó que «como suele ser normal en Europa, ni que decir tiene que pensamos que es necesario que se celebren elecciones transparentes».
«Estamos siguiendo muy cerca la situación y la postura de la UE es participar con todas las partes: gobierno, oposición y sociedad civil para ofrecer nuestra asistencia, nuestra ayuda cuando se nos solicite», agregó.
El político europeo señaló también que «en última instancia son el Gobierno y las autoridades quienes tienen que crear el ambiente adecuado para el diálogo. Solo un diálogo auténtico y genuino podrá lograr resultados».
«Instamos a Unasur y a sus miembros para que no escatimen esfuerzos para encontrar un entorno abierto al diálogo», añadió.
Tusk señaló que «personalmente no me acaba de convencer del todo lo que pone en nuestra declaración, pero ésta es al fin y al cabo un compromiso de más de 60 países por ambas partes», al tiempo que señaló que «desde luego cuando se trata de derechos humanos no hay espacio para el compromiso». EFE