Una y otra vez, Acer ha lanzado dardos a Microsoft atacando su aventura con el Surface, al ser una de las primeras veces que entran en serio al rubro de la fabricación de computadoras por iniciativa propia, históricamente siendo los que proveen software (Windows) para mover los PCs de otros ensambladores.
Obviamente esto ha caído mal y ahora, por tercera vez vemos que Acer tiene palabras de desaliento para su socio. Esta extraña metáfora advierte a Microsoft de un camino difícil en su nueva aventura, retirando todo apoyo hacia la causa y nuevamente, mirando con malos ojos la incursión del Surface hacia un mercado que tradicionalmente ha pertenecido a socios como Acer, HP y Dell, los que ven en peligro sus ventas frente a la decisión de Microsoft por hacer y armar sus propios “fierros”.
Agencias