El pueblo venezolano, de la mano con la Revolución Bolivariana, saldrá airoso de las pretensiones desestabilizadoras de la derecha y ultraderecha reforzando el socialismo y luchando contra el capitalismo, destacó este jueves el vicepresidente de la República, Jorge Arreaza.
Al respecto, resaltó que el objetivo de la Revolución Bolivariana es garantizar la mayor suma de felicidad posible para el pueblo, tal como expresaba el Libertador Simón Bolívar, con respecto a la función que debería cumplir el sistema de gobierno perfecto, y que hoy se evidencia en la inversión social que ha permitido a los venezolanos el acceso digno a la vivienda, educación, salud, cultura, alimentación y en la posibilidad de desarrollar, en lo individual y colectivo, el proceso de liberación nacional.
Esa realidad, recordó, contrasta con la que le tocó al pueblo vivir durante las décadas de los años 80 y 90, cuando en países como Venezuela, Argentina y Ecuador se instauraron políticas de corte neoliberal que impidieron el desarrollo de los pueblos.
Asimismo, en transmisión por VTV, el vicepresidente de la República exaltó el papel preponderante que ha jugado la unión regional en América Latina para derrotar el neoliberalismo y avanzar hacia la conformación de sociedades más igualitarias y justas.
Embestidas de la derecha
Arreaza recordó que, aferrados al sistema neoliberal, la derecha en Venezuela pretende imponerse, por lo que han emprendido una feroz guerra económica en contra del pueblo venezolano.
Recordó que en reiteradas oportunidades el comandante Hugo Chávez advirtió sobre los intentos de la derecha nacional, en conjunto con la derecha internacional y las corporaciones mediáticas, de derrocar al Gobierno Bolivariano, legítimamente constituido, y de acabar con el poder conquistado por el pueblo.
Derogación del decreto imperial
Como parte del ataque sostenido contra Venezuela, el Gobierno de Estados Unidos emitió, en marzo pasado, una orden ejecutiva en la que se señala a Venezuela como «una amenaza inusual y extraordinaria», decreto que ha sido rechazado de manera enérgica por países de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba), del Grupo de los 77 más China (G77+China), del Movimiento de los Países No Alineados y por los pueblos del Caribe y del mundo.
Vía AVN