Lo que comenzó como una discusión por un problema de tránsito en Plan de Manzano, terminó en un asesinato. William Morillo por poco arrolla a un transeúnte, éste le reclamó y se originó una trifulca en la que salió a relucir un arma de fuego que acabó con la vida del motorizado
De veintisiete disparos fue asesinado la tarde de este domingo, William Emilio Morillo, motorizado de 41 años de edad, que pagó con su vida la imprudencia y el no haber querido disculparse con un hombre, al que accidentalmente golpeó con su moto, cuando conducía por el sector Plan de Manzano, en la carretera vieja Caracas – La Guaira.
Lo que comenzó como una discusión por problemas de tránsito, terminó en un asesinato. Morillo por poco arrolló a un peatón que cruzaba la calle después de bajarse de un carro y este le reclamó, pero el motorizado le gritó culpándolo de haberse atravesado.
De un momento a otro, otro sujeto que conducía el vehículo de donde bajó el transeúnte, se incorporó a la discusión, exigiéndole al motorizado que se disculpara con su amigo, pero este iracundo le respondió que era aquel quien se le había atravesado.
Su hermana, Marielena Sánchez, dijo que en ese instante, el hombre a quien su hermano por poco arrolla sacó una pistola y le dio un tiro en una pierna. “Cuando mi hermano se reclinó, el muchacho le lanzó el arma al otro que se había bajado del carro y este le descargó el resto de tiros. Le dieron veintisiete en total”, contó.
Los homicidas huyeron del sitio en el vehículo, mientras que el motorizado murió en el lugar. El cadáver de William Morillo, albañil y padre de 3 niños, fue trasladado por comisiones del Cicpc, hasta la morgue de Bello Monte, donde sus deudos esperan ayer para retirarlo.
Marielena Sánchez, dijo que hay dos testigos presenciales del crimen que rendirán declaraciones ante el Cicpc. Aferrada a la fe cristiana que practica, aseguró no tener un deseo de venganza, más allá de la justicia divina, aunque admitió que es “monstruoso” ver la reacción de un ser humano capaz de quitarle la vida a otro con tanta ira. “No fue ni siquiera un disparo, fueron 27 tiros que le dieron uno tras otro”, comentó.
Dijo que su hermano era un padre de familia, obrero y trabajador que no merecía morir de esta manera e instó a las autoridades a atacar el problema de inseguridad en el país, implementando mayor presencia policial en las calles.
AA.