Todas son rusas y sucedió en México. La asesina tiene 19 años y se había ido de su casa tres veces
Autoridades en el estado fronterizo norteño de Baja California informaron que una joven de 19 años confesó haber asesinado y descuartizado a su mamá y su hermana rusas porque pensó que ambas practicaban hechicería en su contra,Yuliya Masney Safonchik y Valeria Lechtchenko Masney, de 45 y 12 años de edad, respectivamente.
Un funcionario de la Procuraduría estatal, no autorizado a ser identificado por nombre, dijo el lunes a The Associated Press que la hija mayor no ha sido detenida porque están a la espera de que un juez otorgue una orden de arresto, pero que están seguros de que no se podrá fugar.
La presunta culpable fue identificada como Anastasia Lechtchenko, aunque la embajada de Rusia en México no confirmó de inmediato el nombre.
El funcionario estatal señaló que la joven dijo a los investigaciones que había planeado y realizado el crimen sola, sin cómplices, aunque sostuvo que las autoridades aún investigan las circunstancias de los asesinatos.
Los cuerpos desmembrados de la mujer de 45 años y de su hija de 12 años fueron localizados la semana pasada en bolsas de plástico en su casa de Playa en Tijuana, a casi un kilómetro de la frontera con Estados Unidos, luego de denuncias por un hedor que manaba del estacionamiento de la vivienda.
La Procuraduría de Baja California informó la semana pasada que dos personas eran interrogadas y que «el entorno familiar podría haber sido la causa».
El funcionario sostuvo el lunes que al parecer había una relación tensa entre la madre y su hija mayor por lo menos durante los últimos cinco años.
La joven había dejado su casa al menos en tres ocasiones y supuestamente se había involucrado con personas que usaban drogas, señaló.
Agregó que en un momento los padres incluso presentaron un reporte por la desaparición de su hija, quien resultó que se había ido con amigos al estado cercano de Sinaloa, conocido por ser bastión del cártel de las drogas que lleva ese nombre. En aquel momento, sin embargo, la policía no podía forzarla a regresar porque ya era una adulta.