Los vecinos denunciaron que la falta del fluido eléctrico perjudica a más de seis pacientes que están postrados en camas y sobre colchones antiescaras que necesitan corriente para que éstos puedan funcionar
Luego de permanecer 15 días sin el servicio de electricidad y agua potable, los vecinos de las comunidades El Castaño, Las Casitas, El Puente, Guayabal, El Toro, El Nazaret y El Aguacatico del sector La Providencia, cerraron la carretera nacional Cúa-San Casimiro, a la altura de Las Quebraditas, municipio Urdaneta, en demanda de las autoridades de la empresa Estatal, Corpoelec.
Janeth Ramos, una de las afectadas, explicó que una explosión en el tendido eléctrico los dejó a oscuras. La falla fue reportada a las oficinas de Corpoelec de Cúa, pero no ha sido resuelta. Contó que a la zona acudió una cuadrilla de la alcaldía de Cúa e intentó reparar el desperfecto, pero no pudo.
“Los trabajadores bajaron los tabacos, se los entregaron a una vecina y se fueron”, narró la mujer, al tiempo que relató que en la tarde del pasado lunes, nuevamente obreros de la municipalidad trataron de resolver el problema, hicieron algunas conexiones, pero hubo un estallido.
Así mismo, Ramos dijo que la falta de electricidad impide que el agua potable llegue a sus casas, ya que el líquido es extraído a través de bombas eléctricas.
“Lo que estamos viviendo es una calamidad, porque no tenemos agua ni luz y los alimentos se nos están dañando, lo que no es justo, ya que somos personas de escasos recursos y adicionalmente debemos hacer inmensas colas para comprar uno o dos pollos, cuando hay”, expresó la mujer, quien además denunció que en las oficinas de Corpoelec les han brindado un trato ofensivo.
Casos dramáticos
La falta del fluido eléctrico perjudica a más de seis pacientes que están postrados en camas y sobre colchones antiescaras que necesitan corriente para que éstos puedan funcionar.
“Las lesiones en algunos de los enfermos se han acrecentado, debido a la falta de movilidad de los colchones, además tenemos pacientes especiales y personas de la tercera edad, que sufren la falta de agua y luz”, sentenció Ramos.
Esperando por Barrio Nuevo
Los manifestantes aprovecharon para denunciar el deterioro de las vías internas de los diversos sectores rurales que conforman la comunidad de La Providencia. Además, se quejaron del deterioro del alumbrado público y denunciaron el alto índice de inseguridad en la zona.
De igual forma, refirieron que en dos oportunidades les han ofrecido mejoras de las viviendas, a través de la Misión Barrio Nuevo, Barrio Tricolor y no les han cumplido. Las casas tienen el piso de tierra, paredes agrietadas, techos deteriorados y algunos han sido construidos con láminas de zinc y tablas.
Hablan los afectados
Mirian Tapia: “La falla eléctrica es general y está afectando a más de 1.500 familias que habitamos en esta comunidad rural”.
Zuyun Ramírez: “Esta situación ha generado que se dañe la comida de la escuela bolivariana, del comedor popular y merme la atención en el preescolar”.
Neiker Villegas: “Tenemos niños que requieren ser aseados y alimentados, pero en estas condiciones es imposible. Vivimos en condiciones inhumanas”
MIP-TUY Agencia
Jean Carlos Rodríguez
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