Los sirios residentes en Tal Abyad que habían huido a Turquía empezaron a volver este miércoles a su ciudad después de que los combatientes kurdos expulsaran a los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI).
En la ciudad, donde ya no se escucha el ruido de las armas, los combatientes kurdos se dedicaban a desactivar las minas y los coche-bomba abandonados por los yihadistas.
La caída de Tal Abyad constituye una brutal derrota para el grupo Estado Islámico, que pierde uno de sus principales puntos de paso en la frontera turca para el tránsito de armas y combatientes.
Desde el comienzo de la mañana, unos 200 hombres, mujeres y niños, llevando pocas maletas, se aglutinaron en el puesto fronterizo de Akcakale (sur) con la intención de volver a su ciudad, constató un periodista de AFP.
Antes del inicio del conflicto sirio en marzo de 2011, el distrito de Tal Abyad contaba 130.000 habitantes, dos tercios de los cuales son árabes y un tercio de kurdos, indicó el geógrafo francés especialista de Siria Fabrice Balanche. Las pocas familias cristianas se fueron de la ciudad en 2012, antes de los kurdos, que abandonaron la región en 2013 tras la derrota de las YPG frente a los rebeldes. Desde ese momento en Tal Abyad sólo quedaban habitantes de confesión suní, según Balanche.
Tal Abyad, en manos de los yihadistas desde hacía más de un año, fue conquistada el martes por las Unidades de Protección Popular (YPG), apoyadas por bombardeos de Estados Unidos y grupos rebeldes sirios. Esta batalla provocó desde el inicio de junio el éxodo de más de 23.000 personas hacia Turquía, según cifras del Gobierno turco.
Via AFP