La selección venezolana pasó del sueño de asegurar la clasificación para los cuartos de final de la Copa América a la realidad de tener que luchar por ella ante Brasil en tan solo noventa minutos, los que duró el encuentro perdido con Perú por 1-0 en Valparaíso.
Este resultado cerró el grupo con un cuádruple empate a tres puntos compartido con Brasil, Perú y Colombia, en el que solo el número de goles de los cuatro equipos discrimina mínimamente la clasificación.
Brasil y Perú, que han marcado dos, están por delante, mientras que Colombia y Venezuela, con un tanto a favor en el caso de cada equipo, cierran el grupo. Todos han marcado los mismos tantos que han recibido.
El análisis es bien sencillo: los ganadores del Brasil-Venezuela y Perú-Colombia serán los dos primeros del grupo y, por lo que respecta a los venezolanos, un empate con Brasil les dejaría siempre por detrás de la Canarinha.
El problema que tiene Venezuela es que tras los dos primeros encuentros de la Copa (victoria por 1-0 ante Colombia y derrota por el mismo marcador contra Perú) no ha demostrado necesitar cambios para mejorar porque hasta el momento han rendido adecuadamente.
El equipo de Noel Sanvicente ha jugado bien. Fue superior a los colombianos durante todo el encuentro y de la misma forma empezó en el choque ante Perú, aunque este partido se vio completamente condicionado por la expulsión del lateral izquierdo Fernando Amorebieta a los treinta minutos de juego.
El jugador, formado en el Athletic Club de Bilbao español, vio la roja directa por pisar a un rival. «No tuve intención de hacerlo, pero no voy a entrar a criticar al árbitro, porque él decide. Sólo me queda asumir la culpa porque la tarjeta roja condicionó el partido», ha afirmado el futbolista.
Así fue, aunque inicialmente Venezuela no acusó la inferioridad numérica en el tramo final del primer periodo, en el que jugó, al menos, de igual a igual ante los peruanos.
Solo tras el descanso se vio obligado a replegarse aunque sin verse especialmente apurado ante un rival que no sabía como hincarle el diente.
El gol peruano marcado por Claudio Pizarro a los 72 minutos, sí que resolvió el partido, ya que a partir de entonces y tras muchos minutos con un hombre menos, los venezolanos no pudieron dar réplica a su oponente.
Nada pues, que objetar al rendimiento de los hombres de Sanvicente que hace tiempo han demostrado que su tradición de simples comparsas en la Copa América es una parte de la historia del torneo. Al menos desde que la disputaron como locales en 2007, esta selección está a la altura de los demás y en ocasiones por encima.
Poco tendrá, pues, que modificar el equipo el seleccionador venezolano de cara al encuentro ante Brasil, con la mente puesta en lograr una gesta que no se antoja imposible tanto por el buen hacer de su equipo como por la discreción del combinado brasileño, que no atraviesa su mejor momento.
Además, Venezuela contará a su favor el domingo en el partido ante Brasil en Santiago, previsto para las 18:30 (21:30 GMT), con el conocimiento del resultado del otro partido del grupo, ya que Colombia y Perú se habrán enfrentado dos horas y media antes en Temuco.
Al ser el último encuentro de los tres grupos de la primera fase de la competición también conocerá, para bien o para mal, la exigencia concreta que se le plantea ante la selección brasileña para continuar en la Copa. EFE