Los senadores brasileños que intentaron ayer visitar a opositores presos y que fueron rodeados por partidarios del Gobierno que protestaban por su presencia en Venezuela, reclamaron hoy que el Ejecutivo de Brasil denuncie la «falta de libertades» en Venezuela ante el Mercosur y la Unasur.
La mayoría de los miembros de la misión pertenecen al Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) y a otros de la oposición a la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, aunque también estaba el senador Ricardo Ferraço, del oficialista Partido del Movimiento Democrático (PMDB) del vicepresidente brasileño, Michel Temer.
«Vamos a exigir una posición dura del Gobierno brasileño y, si no la hubiera, desde el punto de vista político y parlamentario vamos a impulsar la respuesta necesaria en defensa de la democracia», dijo a los periodistas el senador y excandidato presidencial Aécio Neves, al llegar a Brasilia procedente de Caracas.
El opositor Neves encabezó la misión parlamentaria que viajó ayer jueves a la capital venezolana, pero no pudo ir mucho más allá del aeropuerto de Maiquetía, situado a unos 30 kilómetros de Caracas.
Los senadores aseguran que la camioneta que les trasladaba fue bloqueada por simpatizantes del Gobierno del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, que rodearon el vehículo y llegaron a golpear los cristales con modos amenazadores, lo que mostraron en vídeos que publicaron en la internet.
«Fuimos recibidos por la intolerancia de un régimen que no admite posiciones contrarias», dijo Neves en Brasilia, y apuntó que, «si había alguna duda de que hay una escalada autoritaria en ese país, esa duda ya no existe».
El senador Aloysio Nunes, quien también formó parte de la misión que viajó a Caracas y preside la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara Alta, dijo que exigirá al Gobierno brasileño que la «agresión» sufrida por los parlamentarios se denuncie al Mercosur y la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).
Los incidentes ocurridos en los alrededores del aeropuerto de Maiquetía motivaron una fuerte reacción del Gobierno brasileño, que, en una nota oficial divulgada anoche, considera «inaceptables los actos hostiles contra parlamentarios brasileños».
En el comunicado, el Gobierno de Rousseff asegura que la misión parlamentaria tenía apoyo oficial, hasta el punto de que se trasladó a Venezuela en un avión de la Fuerza Aérea Brasileña y fue asistida de forma permanente por la Embajada del país en Caracas.
La nota añade que, «a la luz de las tradicionales relaciones de amistad entre los dos países, el Gobierno brasileño solicitará al Gobierno venezolano, por los canales diplomáticos, un esclarecimiento debido de lo ocurrido». EFE