Según un comunicado de prensa que emitió la cancillería de Colombia, las áreas en las que unilateralmente Venezuela establece sus coordenadas “no pueden asumirse como venezolanas”, ya que «no se ajustan” a lo anteriormente acordado.
“La República de Colombia hace un llamado al gobierno de la República Bolivariana de Venezuela para evitar medidas unilaterales, y que se privilegie la sensatez cuando se trata de temas tan delicados como los que contemplan la soberanía y jurisdicción marítima”, dice la cancillería Colombiana en la nota de prensa.
Desde La Habana, Cuba, la canciller María Ángela Holguín dijo que ella misma entregó la nota al embajador de Venezuela en Bogotá, Iván Rincón, y aseguró que este decreto va en contra del Derecho Internacional.
«[Venezuela] contempla áreas colombianas que continúan en litigio desde hace décadas, por lo que consideramos que el decreto va en contra del Derecho Internacional. Hemos pedido a Venezuela que haga un nuevo decreto donde las coordenadas correspondan a las áreas venezolanas y se excluyan las áreas en litigio y las áreas que son de Colombia”, dijo la canciller colombiana a periodistas desde Cuba.
La ministra de Exteriores dijo que este es un tema que se mantendrá en lo bilateral y que se solucionará a nivel diplomático y dijo que espera que Venezuela responda esta nota lo más pronto posible.
El conflicto
La delimitación marítima que hizo Venezuela a través del decreto 1787 del 27 de mayo de 2015, por el cual crea y activa las Zonas Operativas de Defensa Integral Marítimas e Insulares (ZODIMAIN), corresponde a una zona militar sobre aguas cuya posesión aún no está definida por ambos países. Con este decreto, Venezuela entra en aguas del Golfo de Venezuela, tomando parte de la zona todavía en disputa. La línea de prolongación de la frontera fue rechazada por Colombia desde 1969, por eso establecer la línea de manera unilateral no tiene validez y debería acordarse a través de un tratado, según el diario El Espectador.
Carlos Arévalo, profesor de Derecho Internacional de la Universidad de La Sabana y expresidente de la Academia Colombiana de Derecho Internacional, le dijo a CNN en Español que estas acciones son “un campanazo” para Colombia, porque muestran cómo Venezuela quiere apropiarse unilateralmente de territorio marítimo que le pertenece a Colombia.
El experto internacionalista explicó que la primera consecuencia de esta situación es el deterioro de las relaciones bilaterales y que esto podría llegar inclusive a un tribunal de arbitramento como el de La Haya, y enfrentar a Colombia con Venezuela, al igual que lo hizo con Nicaragua. Para Arévalo, una de las mayores consecuencias de este tema limítrofe sería un enfrentamiento militar entre ambos países.
El experto explicó a CNN en Español que esta zona es importante en primera instancia porque es rica en yacimientos petroleros, pero también por su ubicación estratégica que le daría a Venezuela una salida al mar Caribe desde el golfo de Coquibacoa.
La solución está en las vías diplomáticas y quedaría en manos de la Comisión Presidencial Negociadora (CONEG), que existe desde el 14 de julio de 1990, y que es la instancia competente para negociar la delimitación de las áreas marinas y submarinas, según la cancillería colombiana.