Las redes sociales transformaron la dinámica de las relaciones de pareja, en el momento en que crean lazos afectivos con varias personas al mismo tiempo, mientras nos alejamos de la realidad, para sumergirnos en un mundo mágico por todo lo que ofrece, incluso una gran variedad de modo de relacionarse
Gracias a las redes sociales, el modo cómo nos relacionamos ha cambiado, afectando significativamente las relaciones sentimentales, tanto en el momento de buscar la pareja ideal, como cuando ya tiene un vínculo amoroso que se quiere conservar.
Cuando estamos en la búsqueda del compañero adecuado, el espacio virtual ofrece una gama de posibilidades, pues, con solo hacer click en el ratón, entablamos un contacto que da pié a una relación en un tiempo breve y, con probabilidad, a un enamoramiento rápido, una vez que la desinhibición y la idealización del otro hacen de las suyas, cambiando las reglas del juego de las relaciones propias del mundo real.
1. La desinhibición
define el espacio virtual
Antes el modo de relacionarse con alguien era distinto al momento actual, las relaciones se forjaban presencialmente, tras días o semanas de conversación, con un período de conquista considerable, además de que necesitábamos el visto bueno de familiares y amigos para dar rienda suelta al amor.
En el presente, gracias a las redes, los vínculos amorosos son rápidos, se pueden dar en horas, aunque la persona la estemos viendo por primera vez. De igual manera, se produce un efecto mágico, la mayoría se siente menos expuesta que en el espacio real para hacer confidencias y conectarse afectivamente.
Lo anterior se le ha llamado el anonimato análogo, cuando dos perfectos extraños, cómplices, se conectan, delante de un teclado, usando un formato para escribir compartido. En este escenario se genera un ambiente que favorece la desinhibición, para hablar íntimamente, esto es lo que mejor define el espacio virtual.
Por consiguiente, las relaciones se han vuelto libres e independientes, debido a que las comunidades virtuales ofrecen una variedad de alternativas, que se traducen en muchos perfiles, para cada gusto, necesidad y circunstancia.
De ahí que, en el presente, muchas personas se conozcan fugazmente por Internet, y se enamoren también de modo rápido, o por lo menos eso piensan. De hecho, la situación ha llegado hasta el terreno de las estadísticas, dilucidando que de cuatro personas, una se enamore por este medio.
A pesar de todo lo que brinda ese mundo mágico del ciberespacio, el éxito de una relación dependerá de cuan congruente sea lo mostrado, a través de la pantalla de computadora, y lo que esa persona ofrezca cuando la tengamos frente a frente.
2. La idealización del
otro en lo virtual
Debido a que estas relaciones del mundo virtual se dan en la distancia, bajo el velo del anonimato, a través del chateo, la idealización del otro hace de las suyas, una vez que se cae en letargo y se desconoce, u olvida, que se pueden decir mentiras o medias verdades, lo cual, ciertamente, ocurre con los estafadores del ciberespacio.
Asimismo, como consecuencia de la libertad que define el espacio virtual, el modo de relacionarse se hace más abierto permitiendo que las personas se muestren tal como son y puedan manifestar sus preferencias; sin embargo, ese anonimato consiente que algunos se presenten lejos de la realidad, como quisieran ser, o como les convendría parecer, para obtener algún beneficio.
La sensación de anonimato, como también la ausencia de contacto directo, facilita que actuemos de modo más abierto, que nos comportemos de manera diferente a como lo hacemos en el mundo real, ya que, a veces, con una identidad que disfraza la verdadera nos sentimos más dispuestos a expresar emociones, tener contactos más íntimos, lo cual se nos complica cuando tenemos la persona frente a sí.
Asimismo, es un hecho que cuando existe cierta distancia, tendemos a idealizar, damos paso a la imaginación para crear una imagen irreal de lo que esperamos encontrar en un plano inconsciente, entramos en el terreno de la fantasía porque desconocemos defectos que solo saldrían a relucir con el trato cotidiano, o con la convivencia, y descubriríamos que solo es un simple mortal y no príncipe del lejano oriente que se encuentra del otro lado de la pantalla.
3. Relaciones perecederas
Debido a la gama de opciones que ofrece el espacio virtual, las relaciones de pareja se han vuelto perecederas. Si un romance que comienza velozmente en el ciberespacio pronto acaba, tendremos la posibilidad de conseguir otro en un tiempo breve, como también de enamorarnos fugazmente, gracias a la variedad de redes sociales de pareja.
Lo anterior aunque suena crudo es lo que vende el ciberespacio, cuando cual mercado oferta tantas posibilidades como las personas puedan captar en un tiempo real, una vez que muchos coincidan en un horario para comunicarse e intercambiar experiencias.
Las redes sociales transformaron la dinámica de las relaciones de pareja, en el momento en que crean lazos afectivos con varias personas al mismo tiempo, mientras nos alejamos de la realidad, para sumergirnos en un mundo mágico por todo lo que ofrece, incluso una gran variedad de modo de relacionarse.
Ahora existen nuevas clases de relaciones, como los que mantienen un vínculo formal pero cada uno duerme en su casa; los que deciden disfrutar la vida postergando la procreación, en fin, otras formas de interacción en las que el mundo globalizado tiene mucho que ver, cuando la posibilidad de enamorarse y ser correspondido se hace efectiva por la variedad de herramientas que ofrece la tecnología.
Entre el mundo
real y espacio virtual
*** Debido a que necesitan menos tiempo para darse, y menos condiciones para enamorarse, las relaciones virtuales que se consiguen en redes sociales resultan cada vez más atractivas para quienes prefieren dejar de lado el destino y planear un romance, teniendo, para ello, un sinfín de posibilidades.
*** Lo anterior, aunque resulta cautivador, influye en que las relaciones de pareja se hayan vuelto perecederas, ya que, debido también a la variedad de ofertas, aquello de conquistar a alguien se hace mucho más rápido cuando depende de un click momentáneo y efectivo, como de una buena foto en el perfil
La voz de la mujer
Isabel Rivero De Armas