Brasil quiere fortalecer las relaciones económicas con EE.UU., con el que comparte “muchas cosas” como un gran mercado, inversiones, sociedades democráticas y respeto por la libertad de prensa, afirmó hoy en Nueva York su presidenta, Dilma Rousseff, quien habló de un ciclo de expansión económica en el país.
Rousseff, quien se encuentra en un viaje oficial a EE.UU. de cuatro días que comenzó en la Gran Manzana, recordó a un grupo de inversores que hay 3.000 empresas estadounidenses establecidas en Brasil en diversas áreas y que empresas brasileñas han aumentado su presencia con cientos de ellas en este mercado.
La presidenta del país suramericano recordó que ambos países tienen una larga historia de cooperación y compromiso tecnológico y apeló a la confianza que necesita para atraer mayor inversión extranjera, tras escándalos de corrupción que han sacudido a ese país tras los casos de Petrobras y Caixa Económica Federal.
“Somos optimistas sobre nuestra capacidad de aumentar nuestro nivel de cooperación, y eso significa cooperación entre los gobiernos y los empresarios”, señaló la mandataria, que con este viaje busca restablecer las relaciones bilaterales y atraer inversiones en infraestructura.
Ello ocurre en medio de medidas fiscales adoptadas para reducir el gasto público y rescatar la economía ante la inflación en su mayor nivel en diez años.
“Para aumentar la productividad precisamos aumentar la inversión en la infraestructura”, dijo en un discurso ante inversores estadounidenses y brasileños, representantes de bancos, entre otros que participaron en un seminario en un hotel en la ciudad.
Rousseff, tras cinco años de ralentización de la economía, habló de una “fase de construcción” para conseguir un nuevo ciclo de “expansión del crecimiento” del país y recordó el plan de inversión que presentó hace dos semanas, que ahora trajo a EE.UU.
Este plan, de 64.000 millones de dólares, incluye proyectos de modernización y construcción de aeropuertos, puertos, carreteras y ferrocarriles, cuyas obras serán ofrecidas a empresas privadas nacionales y extranjeras mediante un sistema de concesiones, que busca aumentar.
“Es mi intención trabajar junto con el presidente Barack Obama” para estrechar y aumentar las relaciones comerciales con este país, indicó Rousseff a una atestada sala de inversores, con quienes se reunió durante el fin de semana.
La presidenta de Brasil viajó acompañada por un grupo de ministros, entre ellos de Educación, Desarrollo, y Planificación y Presupuesto, Ciencia y Tecnología, entre otros.
Rousseff, quien llegó a Nueva York el sábado, hizo un recuento sobre los avances que han tenido en las áreas en las que busca nuevas inversiones, pero, insistió “necesitamos avanzar más”.
“Estamos verdaderamente interesados en desarrollar más relaciones con EE.UU., con la sociedad, con círculos académicos, en establecer colaboraciones en tecnología, ciencias, educación e innovación”, aseguró la presidenta en su primer viaje oficial a esta nación, tras cancelar una visita en 2013 luego de denunciar haber sido víctimas de espionaje diplomático y económico por parte de este país.
Rousseff, que inició el mandato de su segundo gobierno el pasado enero, se reunirá con el presidente Obama mañana y viajará también a la ciudad de San Francisco, donde sostendrá el miércoles un encuentro con la presidenta de la Universidad de California, Janet Napolitano, y visitará el centro de investigación de la Universidad de Stanford, con miras a las colaboraciones en las áreas de ciencias y tecnología.
En la visita a San Francisco participarán en reuniones con empresarios de tecnología, así como del sector de la aeronáutica cuando visite el centro de investigación de la NASA.
Rouseff estará de regreso en Brasil el próximo jueves.
EFE