La coordinadora estadal de la misión, Soraida Núñez, resaltó la importancia que tiene para las parturientas contar con una persona que acompañe todo este proceso de dar vida.
«Lo que buscamos es un buen nacer, un nacimiento humanizado, con menos ansiedad, angustia y temor por parte de la madre», manifestó la galena.
Señaló que con este programa se garantizará que la mujer embarazada no sea desatendida durante la gestación ni el parto, lo que le generará mayor confianza y garantías de vida.
Estas acompañantes, que generalmente serán enfermeras comunitarias que recibirán formación integral, velarán por las condiciones de las embarazadas, a fin de determinar si llevan una alimentación adecuada, si adopta la postura correcta durante el alumbramiento, o si está inmersa en cualquier situación que ponga en riesgo su vida y la del feto.
La preparación de las dulas la hará personal de la Misión Barrio Adentro mediante talleres ofrecidos en el seno de las comunidades.
Esta iniciativa se desarrolla en concordancia con la Ley para la Promoción y Protección del Derecho al Parto y el Nacimiento Humanizado.