*** A sus 61 años es uno de los teatreros más consolidados del arte escénico venezolano
Es artista del teatro y la televisión, nadie se lo puede negar precisamente porque tiene obras y años de ejercicio profesional que le han dado gratos momentos y unos cuantos premios. Se trata de José Simón Escalona Acosta (Ciudad Bolívar, 17 de mayo de 1954), quien ahora exhibe en el Teatro Trasnocho una de sus piezas más afamadas: “Señoras”.
Orígenes y derroteros
Cuenta Escalona que “Señoras” es una obra de temática familiar, junto con su primer texto “Cuatro Esquinas” y luego “Padre e Hijo”, donde intenta un discurso íntimo sobre las relaciones de amistad y familiares. “Está inspirada en mi madre Angélica Eloísa y sus dos hermanas, pero por supuesto de una manera más bien anecdótica y exageradamente especulativa. Siempre me sentí atraído por la vejez, desde muy joven me sentí atraído por las vivencias y cuentos de personas mayores, mi abuela materna fue inspiradora en ese sentido, tuve una hermosa relación con mi Naní, como la llamábamos. Mi abuela le encantaba contarme cuentos, de los ancestros familiares que ella recordaba, de su crianza, de los indios que la educaron, de la desaparición de sus padres. Creo que mi abuela despertó desde muy niño mi imaginación con sus narraciones. A ella le gustaba escribir, tenía un seudónimo: Martha Eddy, una personalidad que era ella y al mismo tiempo otra, era poeta, filósofa, era aventurera, soñadora, idealista, un personaje. Mis tías y mi madre Angélica Eloísa siempre me parecieron personajes por mi empeño en mirar el mundo como si fuera un escenario, no solo las amaba y amo a mi madre que, gracias a Dios, aún vive, pero siempre quise curiosear sus vidas, y me pareció un homenaje tomar algo de ellas para construir estas señoras adorables, entrañables, humanas, comunes, auténticas, tan parecida a la gente entre la que me crié por allá, en Ciudad Bolívar”.
Subraya que “Señoras” -se la montó Javier Vidal, en 1984-, primero se la dio a leer a César Bolívar, “nuestro director de cine ya en aquellos años. La entregué a Isaac Chocrón como su alumno y admirador. Él decidió que la produciría el Nuevo Grupo. Fue increíble, pues cuando Román Chalbaud tomó la dirección del Nuevo Grupo, porque Chocrón se fue a dirigir el Teatro Teresa Carreño, siguió empeñado en estrenarla. Vidal convocó un equipo extraordinario y un elenco que aseguraba el éxito: Amalia Pérez Díaz, Agustina Martín y Laura Serra. Siempre que vi esta obra fuera de nuestras fronteras, recientemente en Miami, la hacen grandes actrices, por eso su suerte. Igual que ahora es una obra para lucir a maravillosas actrices, y lo hacen Carlota Sosa, Julie Restifo y Eulalia Siso, de la mano de Tullio Cavalli y Marilda Vera”.
Insatisfecho
Nunca se da por satisfecho, pero sí se siente contento y comprometido con su trabajo de escritor. Reitera “que ‘Señoras’ fue una bendición, los premios que recibí, las excelentes críticas y el éxito de público. Viajamos a España con el elenco original. Me abrió el mundo como dramaturgo. Me llenó de confianza para seguir hasta hoy, mañana y mientras viva”.
Revela que para él la constancia es una virtud, “es lo único que garantiza el éxito. Insistir una y mil veces nos hace grandes. Yo creo en eso y por eso no ceso de trabajar con mis amigos y mis tres hermanas”.
Teatro y televisión
Ha regresado a Radio Caracas Televisión, la empresa productora, “pero siempre he estado vinculado a la televisión, desde hace más de 40 años, y en el teatro me inicié en mi escuela, con el grupo Theaomai, cuando apenas cumplía los 13 años. Desde que me conozco hago teatro y televisión, no conozco otra vida, y estoy agradecido por ello. Por lo pronto tengo dos obras por estrenar, para público adulto, “Ejecutivas” y “Alzao”, pero voy pidiendo salas y no es fácil, pues se trata de un teatro que no puedo llevar a cualquier espacio escénico. También continúo mi trabajo en Microteatro, o teatro breve como tú lo llamas, una oportunidad que aprovecho en cada temporada; ahí desarrollo un trabajo del cual me siento muy orgulloso y entusiasmado, es una experiencia renovadora. El microteatro me ha permitido experimentar y eso es un lujo en estos tiempos. Ahora preparo dos espectáculos en ese formato: “Las preciosas ridículas” y “Burdel”, para jóvenes y adultos, los cuales presentaré en el Urban Cuplé a finales de este mes. Soy hombre de teatro experimental formado en mi mejor obra: el grupo Theja”.
Preciosas ridículas
Inspirada en la obra homónima de Moliere, “Preciosas ridículas” cuenta el empeño de Mandy y Nacky en burlarse de sus compañeros de clase por considerarlos menos que ellas. Mascarillas, uno de sus compañeros, cansado de los desplantes de estas niñas engreídas, decide jugarles una broma para que se den cuenta que las verdaderamente ridículas son ellas, por burlarse de los otros.
Burdel
Inspirada en la obra “El público” de Federico García Lorca, “Burdel” muestra tres personajes encerrados en un burdel donde creen negociar sus cuerpos pero no sus sentimientos. Pero esos personajes que representan se confunden con ellos mismos y sus pasiones, como le sucede a la gente común en su vida cotidiana, en sus relaciones de amor y el negocio de sus aspiraciones.
31 años después
Durante la temporada teatral de los años 80, Venezuela contaba con Carlos Giménez en el grupo Rajatabla; Isaac Chocrón gestaba la creación de la Compañía Nacional de Teatro, a instancias del presidente Lusinchi, y capitaneaba al portaaviones que era El Nuevo Grupo; al tiempo que Escalona Acosta luchaba para ganarse un sitio de importancia dentro del huracanado movimiento teatral caraqueño, el cual logró en las décadas posteriores gracias a su talento, su envidiable capacidad de trabajo, además del aguerrido grupo Theja que consolidó. Pudo ver, durante la temporada 1984, el estreno de “Señoras” alcanzó récord de audiencia y mereció laudatorias críticas. Su ascenso por la resbaladiza escalera de la fama había comenzado. A 31 años de su estreno, después de un exitoso montaje en Miami, reapareció “Señoras” en la sala Trasnocho, una pieza críptica que sorprende al público por una serie de situaciones impactantes e inesperadas de tres mujeres que recuerdan lo malo y lo bueno que vivieron y quienes están congeladas en el tiempo y dedicadas a representar facetas de su pasado. Hay, por supuesto, guiños a Cabrujas (“El día que me quieras”) y a Sartre (“A puerta cerrada”) para quienes la muerte y el infierno son telón de fondo de los seres humanos que se toman la existencia en serio sin darse cuenta que viven un sainete de la cotidianidad. La mujer, en general, aún es víctima de una sociedad que le impone el encierro, no solo en lo físico sino también en lo mental, como lo mostró García Lorca
EL ESPECTADOR
E.A. Moreno-Uribe
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