En un comunicado de la Conferencia Episcopal Venezolana, dado a conocer por el arzobispo de Mérida monseñor Baltazar Porras, esa institución manifiesta su preocupación por la falta de medicamentos, alimentos, fallas en los servicios de agua y luz, así como expresa asombro por la depreciación de la moneda y el encarecimiento de los productos.
El texto declara que “urge tomar medidas económicas sensatas” y señala que el pueblo exige mejores condiciones de vida.
La CEV manifiesta que el país atraviesa una “gravísima situación” que exige ser crítico y solidario y compartir el sufrimiento “por tanta incertidumbre”.
El documento denuncia la existencia de presos políticos, vejámenes y la violación de derechos humanos.