Obesidad, diabetes, hipertensión, triglicéridos, depresión, menopausia, andropausia, reserva cognitiva y mala alimentación son algunos de los desencadenantes
La enfermedad de Alzheimer es una demencia progresiva que provoca alteraciones en la memoria, la forma de pensar, el carácter y la conducta. Los síntomas generalmente se desarrollan lentamente y empeoran con el tiempo, hasta convertirse en lo suficientemente grave como para interferir en las tareas diarias.
Las demencias tienen una prevalencia del 7% en mayores de 65 años y hasta 40% en pacientes de 85 años, resultando ser el tipo demencia más común en adultos mayores, 7 de cada 10 la presentan, de acuerdo con la Fundación Alzheimer de Venezuela.
En el marco del I Congreso Venezolano de Neurociencias, el internista y neurólogo clínico, Jesús Antonio Dávila, explicó que algunos factores de riesgo para la demencia tipo Alzheimer son: ser mayor de 65 años, obesidad, diabetes, altos niveles de colesterol y triglicéridos, dieta sin antioxidantes, presentar episodios de depresión de inicio en la 3ª edad, menopausia, andropausia, hipertensión arterial, hipotiroidismo, deficiencia de vitaminas y minerales. También traumatismos craneales (caídas), operaciones quirúrgicas complejas, entre otros.
“Los científicos han encontrando nuevas evidencias que podrían relacionar la diabetes tipo 2 con esta demencia. Se ha demostrado, además, que los latinos y afrodescendientes presentan altos porcentajes de desarrollar cada uno de estos factores de riesgo. El azúcar alta en la sangre causa inflamación, esto puede dañar las células cerebrales y contribuir a que se desarrolle Alzheimer”, argumentó el especialista.
Durante la ponencia denominada “Alzheimer del Presente al Futuro”, Dávila Pérez, refirió que existen diversos síntomas esenciales como pueden ser: pérdida progresiva de la memoria, dificultad para completar tareas cotidianas, confusión con el tiempo y lugar, dificultad para comprender imágenes, problemas con el habla o la escritura, falta de juicio, entre otras.
Aseguró, que el paciente con Alzheimer debe ser evaluado por un neuropsicólogo, ya que pueden presentar trastornos psicológicos, alucinaciones, agresividad, cambios en la personalidad, ideas delirantes, conducta inapropiada, entre otros.
Controlar su avance
“Se ha entendido que la enfermedad de Alzheimer es un proceso degenerativo cerebral caracterizado por el depósito de sustancias proteicas insolubles dentro y fuera de las neuronas. Las estrategias farmacológicas diseñadas para rescatar o proteger el tejido dañado van orientadas a promover el crecimiento y la función neuronal y a interferir con los procesos neurotóxicos subyacentes”, destacó el neurólogo.
Para tratar la enfermedad, el galeno asegura que lo más recomendable es suministrar inhibidores de colinesterasa (como la rivastigmina) desde las fases iniciales de la enfermedad, los bloqueantes de receptores de glutamato en fases moderada a severa y complementar con un fármaco indicado para tratar los síntomas conductuales o neuropsiquiátricos.
En cuanto a la prevención indicó, que es conveniente evitar las patologías que representan factores de riesgo pues éstas empeoran o aceleran el proceso degenerativo cerebral.
“Es sumamente importante controlar lo que comemos, sobre todo en países como Venezuela. Por ejemplo el llanero y el maracucho tienen dietas altas en grasas saturadas que son tradicionales por su estilo de vida, pero predisponen al desarrollo de la diabetes, dislipidemia o hipertensión arterial. Se ha demostrado que al reducir los factores de riesgo en 10% o 20% podrá ganarse una carrera contra la vulnerabilidad de desarrollar la enfermedad de Alzheimer en la tercera edad”, concluyó.