Kabul, Afganistán (CNN) – El líder talibán mullah Omar insinuó su apoyo a las conversaciones de paz en Afganistán en un mensaje a sus seguidores este miércoles.
«Al mismo tiempo que la jihad armada, las iniciativas políticas y caminos pacíficos para lograr estos sagrados objetivos es un principio legítimo islámico y parte integral de la política profética», declaró en un mensaje difundido en vísperas de las celebrationes del Eid al-Fitr que marca el final del Ramadán.
El líder talibán dijo que había ordenado la formación de una «oficina política» con la «responsabilidad de monitorear y realizar todas las actividades políticas».
«El objetivo de nuestras iniciativas políticas y los contactos e interacciones con los países del mundo y nuestros propios afganos es poner fin a la ocupación y establecer un sistema islámico independiente en nuestro país», declaró, tras explicar con detalle por qué negociar con «infieles» está permitido por el Corán y las acciones del profeta Mahoma.
Su mensaje se conoce una semana después de que el gobierno afgano se reuniera cara a cara por primera vez con representantes del talibán en un intento de iniciar un proceso de paz.
Llamado a la unidad de los muyahidines
El mullah Omar también envió una aparente advertencia a ISIS, el grupo extremista que se ha apoderado de amplias franjas de territorio en Siria e Iraq, de que no abra un nuevo frente en Afganistán.
«Como mantener la unidad del frente jihadists en nuestro país es una obligación religiosa, hemos instruido a todos nuestros muyahidines que preserven su unidad e impidan por la fuerza que haya elementos que intenten crear diferencias, dañar este frente jihadists o intenten dispersar a los muyahidines», dijo.
Sus palabras llegan después de que ISIS publicara una larga entrevista en su revista propagandística en inglés Dabiq, en la que un estudioso del Islam argumentaba que las fuerzas jiyadistas deberían apoyar el califato autoproclamado por Abu Bakr al-Baghdadi por encima del líder «regional» mullah Omar.
Crece la insurgencia
El gobierno afgano describió las conversaciones de la semana pasada, organizadas por Pakistán, como el «inicio de los primeros diálogos oficiales de paz» entre las dos partes.
El presidente afgano, Ashraf Ghani, había buscado dialogar con el talibán alentado por Estados Unidos.
Pero encontrar una solución pacífica al largo conflicto que vive el país será un desafío cuando menos. A medida que se reducen las tropas de Estados Unidos y la OTAN en Afganistán, la insurgencia talibán sigue creciendo, y sin ir más lejos, los extremistas intentaron atacar el parlamento nacional el mes pasado.
La misión de combate estadounidense en territorio afgano terminó el año pasado, y la lucha contra el talibán quedó sobre hombres del propio ejército del país. Los miles de soldados de la OTAN que siguen en Afganistán solo cumplen una misión de entrenamiento y apoyo.