familiares de víctimas dijeron que a la gente debe de llamarle la atención que ningún funcionario policial resultó lesionado, ni siquiera por un rasguño. Agregaron que los líderes de las banda que operan en la zona “ya se habían ido cuando llegaron los cuerpos policiales porque fueron avisados con antelación”
Cinco patólogos fueron habilitados en la morgue de Bello Monte, en Caracas, para participar en las autopsias practicadas a los 16 cadáveres de fallecidos, producto del operativo ejecutado por los organismos de seguridad en la Cota 905 este lunes. La entrega de cuerpos se comenzó casi a mediodía de ayer, luego de cumplirse con algunos trámites legales y administrativos.
Las autopsias se llevaron a cabo todas en presencia de fiscales del Ministerio Público. La tarde del martes, defensores públicos se entrevistaron en la morgue con los familiares de las víctimas y les manifestaron que por la forma en que fueron ultimados los 16 jóvenes, presumen que hubo exceso policial.
Ayer todavía los allegados de algunas de las víctimas seguían denunciando las arbitrariedades cometidas durante el operativo. Dijeron que los funcionarios utilizaron armas de fuego con silenciadores porque nadie escuchó detonaciones, fuera de las que hicieron al aire para sembrar temor entre los deudos de los heridos.
Dijeron que a la gente debe de llamarle la atención que ningún funcionario policial resultó lesionado, ni siquiera por un rasguño. Agregaron que ya los líderes de las banda que operan en la Cota 905 se habían ido de la zona cuando llegaron los cuerpos policiales porque fueron avisados con antelación. “No me opongo a que acaben con el hampa, pero la verdad es que todos saben que los verdaderos cabecillas, el hampa seria, ellos no habían entrado a la Cota 905, cuando esos tipos se habían ido de allí”, dijo la tía de uno de los difuntos.
“No fallecieron en
enfrentamientos”
Los familiares de Elio Jesús Martínez, de 25 años, padre de 2 niñas; y su primo Carlos Luis Castro, de 25 años; Kevin Jesús Istúriz, de 22 años; y Carlos Eneisi Vejarano, de 18 años, fallecidos en ese operativo, negaron que éstos hubiesen muertos en enfrentamientos.
La familia de Martínez dijo que éste estaba solo en su casa porque su esposa y las 2 niñas estaban en la casa de la mamá de ella, cuando llegaron funcionarios del Sebín con las caras cubiertas con pasamontañas. Lo sacaron de la vivienda y lo llevaron a la parte alta del sector Las Quintas para ultimarlo, contaron.
Denunciaron que de la casa los policías se llevaron TV, DVD, codificador, la comida correspondiente al mercado hecho por la familia; se comieron la comida que había preparada en la casa, perfumes, productos Avon y hasta los muñecos Chiccho Bello de las niñas que tiene 5 y 6 años de edad, respectivamente.
Los familiares de Martínez se mostraron disgustados por las declaraciones emitidas por el Presidente Maduro y el presidente de la AN luego de la muerte de 16 personas. Dijeron que en el Cicpc les informaron que éste no tenía que ver con las bandas de la Cota 905. “No entiendo como el presidente está de acuerdo con esto. Deben llegar a los verdaderos delincuentes, al hampa verdadera”, agregó una de ellas.
Más denuncias sobre tres
presuntos ajusticiamientos
• A Carlos Luis Castro, primo de Martínez, lo llamaban el sepulturero porque laboraba en esa actividad en el Cementerio General del Sur, se lo llevó la policía a las 7:00 am de este lunes con un tiro en una pierna. Se lo llevaron herido al Hospital Universitario de Caracas y luego un cuerpo policial lo sacó de allí. Apareció en la morgue sin vida.
• A Kevin Jesús Istúriz (22), estudiante de bachillerato por parasistema según su tío, lo mataron a las 8:00 de la mañana del lunes, en el sector El Nazareno, en la Cota 905. Aseguraron sus allegados que lo mató el Sebin y que el joven nunca estuvo preso. Lo sacaron de su casa y lo metieron a otra vivienda donde tenían a unos presos para presuntamente ajusticiarlos
• Carlos Eneisi Vejarano (18), quien tenía 4 meses de haber llegado a Caracas, procedente de Carúpano, estado Sucre, estaba trabajando con comerciantes árabes en un puesto del centro comercial Telares Los Andes, en El Cementerio. Estaba solo en la casa cuando llegó la policía, le dispararon por una ventana y luego reventaron la cerradura para meterse a sacarlo, contó su padre Carlos Vejarano.
AA