La escasez y el desabastecimiento, se acentúa en el mercado popular de Santa Rosalía de la parroquia Cacique Mara, en el municipio Maracaibo. Ante la inexistencia de inventarios para abastecer a los marabinos, la mercancía exhibida es vendida con alto índice de sobreprecio.
“Consigo productos pero a un precio muy alto. Nada que ver con los productos regulados” aseveró Noel Zambrano, habitante de la comunidad, quien además recalcó que el salario mínimo no permite cubrir ni la cuarta parte de la canasta básica familiar. “El sueldo mínimo no alcanza para nada. Ganamos un pelo más, pero eso se lo come la inflación” aseguró.
Juan Pablo Guanipa, coordinador regional de Primero Justicia Zulia, insistió en que el alto costo de los productos responde a la incapacidad de los establecimientos comerciales para ofertar la cantidad necesaria para la ciudadanía, a causa de la imposición de asfixiantes leyes económicas y la expropiación de industrias productivas, hoy en deterioro.
«Si el producto está escaso, tiende a subir de precio y esto ¿a quién afecta? Al bolsillo de todos los venezolanos.” destacó.
Por su parte Jhonny Figuera, comerciante del mercado de Santa Rosalía, explicó que los productos están escasos y caros. “Tengo que pagar transporte, obreros y de paso sobreprecio. Eso me obliga a vender caro y los clientes se molestan”. Aunque esta situación es asimilada por algunos compradores como Lixio Ferrer, quien consideró que: “los precios están altísimos, pero no es culpa de los comerciantes, sino de la economía del país.”
En este sentido, Guanipa lamentó la crisis anunciada por los productores cárnicos de la entidad zuliana. “Una de las zonas agropecuarias más importante del país hoy no tiene carne. Tenemos que detener esta indolencia del Gobierno ¿Cómo es posible que tengamos que consumir leche de Nicaragua, teniendo un emporio de producción láctea como Machiques en deterioro? Empresas privadas que producían al máximo de su capacidad, fueron nacionalizadas y ahora están en franco deterioro. La verdad es que los venezolanos no tienen carne porque la producción de Machiques está detenida”.
Consideró que el problema es de política económica. “Cuando el Gobierno es quien quiere controlar, quiere adueñarse de todas las empresas, se vacían los anaqueles y sufren los ciudadanos. Necesitamos un cambio”.