CNN confirmó este jueves que el Ministerio Público Federal de Brasil abrió una investigación penal contra el expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva para averiguar si incurrió en delito de tráfico de influencias para favorecer una constructora.
Lula es investigado por acusaciones de haber influido en estatal Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social, el BNDES, después de concluir su mandato, para que le concediera créditos a la constructora Odebrecht destinados a financiar obras en otros países latinoamericanos y africanos.
Lo que se investiga es una supuesta labor de Lula como consultor cuando ya no era presidente. Esto fue en el periodo entre 2001 y 2014. El trabajo del expresidente consistía, según los investigadores, en favorecer a la constructora y, a cambio, Lula recibía algún tipo de compensación que lo llevó en varias ocasiones a viajar por varios países de América Latina y África para dar conferencias en las que lo presentaban como una persona afín a la empresa.
Estos hechos son los que están serán investigados en este proceso que comienza este jueves en el seno de la Procuraduría de la República en el Distrito Federal. El cargo que se le imputa es de tráfico de influencias con actores políticos internacionales. Las investigaciones intentarán esclarecer si Lula utilizó su renombre internacional como expresidente para conseguir cuantiosos contratos para Odebrecht.
La revista Epoca reportó en mayo de este año que Lula era sospechoso de usar su nombre y poder político para otorgarle contratos a Odebrecht en América Latina y África entre 2011 y 2014.
La Procuraduría de Brasil confirmó en ese entonces que había una investigación preliminar para determinar si Lula usó su influencia política para llevar a Oderbrecht —la mayor empresa de ingeniería de construcción brasileña— a ganar contratos en obras de gran magnitud en países como República Dominicana, Ghana y Cuba.