El sector alimentos es uno de los que está en perfectas condiciones para asumir el cambio de tasa. Impactará a los productos regulados, pero no va a afectar el precio al cual nosotros ya estamos adquiriendo los productos
Una de las formas de estabilizar la economía nacional es migrando las operaciones industriales a la tasa Simadi, pues, los dólares a 6,30 ó 12,80 bolívares ya no se corresponden con la realidad del país. Existe una sobrevaloración de los efectos que tendría en los precios de los bienes y servicios ajustar el tipo de cambio.
Indudablemente que tendrá un efecto en algunos precios de productos básicos, pero permitirá estabilizar y sanear la economía. ¿Es que acaso no devaluar y mantener las tasas de 6,3 y 12,80 ha evitado el espiral inflacionario? Creo que la pregunta debe hacernos reflexionar con profunda honestidad y llevarnos a una respuesta racional, esa que se expresa en cada día cuando vamos al supermercado o al abasto.
Recientemente, el economista Francisco Rodríguez, un prestigioso profesional venezolano que pertenece al staff del Bank of América hizo una serie de declaraciones que -a pesar de su crudeza-, sirven para ilustrar, sin desperdicio, la realidad cambiaria actual.
Cito: “El problema de Venezuela es que regala los dólares a las tasas de cambio actuales (6,30 y 12,80). Si Venezuela cobrara el precio que debe por los dólares que otorga, resolvería su problema. Si no hay unificación cambiaria la inflación llegará a tres dígitos”.
Otro economista venezolano, respetado por tirios y troyanos (Luis Vicente León) señala unas verdades igualmente pétreas: “La demanda de dólares es infinita a cualquier tipo de cambio oficial lo que hace técnicamente imposible rescatar equilibrios sin devaluar. ¿Vale 6,30 bolívares un dólar? Teóricamente ese precio es un absurdo. Empíricamente vale lo que la gente este dispuesta a pagar por el”.
No se trata de aceptar la realidad impuesta por el bodrio de Dólar Today. Pero, nosotros sugerimos que los industriales deben obtener sus insumos y materia prima a través del dólar Simadi, o en su defecto el Sicad vaya variando su tasa de cambio que si bien impactará la economía, también contribuiría a sanearla.
El sector alimentos es uno de los que está en perfectas condiciones para asumir el cambio de tasa. Impactará a los productos regulados, pero no va a afectar el precio al cual nosotros ya estamos adquiriendo los productos. Vale también que todos los sectores tomemos nota de las declaraciones del presidente de la República, Nicolás Maduro, en la que exhortó a los representantes de las empresas del sector a trabajar “en la diversificación económica para que generen sus propias divisas”.
En cadena nacional de radio y televisión el jefe de Estado indicó que esta alternativa “es el camino al que tenemos que ir, la diversificación de la producción nacional y de divisas necesarias que necesita el país”.
Claro está que, con ajustar la tasa de cambio, no se solucionará todo. La medida debe ser acompañada y acompasada con unas que ya están ejecución y otras que pueden agregarse para perfeccionar el saneamiento, estabilización y acto seguido, incentivar el crecimiento de la economía.
Miguel Pérez Abad