El primer ministro griego Alexis Tsipras no la tiene fácil. Su discurso comienza a hacer agua, su popularidad va en picada y el futuro de la nación helénica sigue siendo incierto
Grecia tiene tiempo acaparando titulares de primera plana. Su PIB ha descendido más del 25% en el último lustro.
Es noticia no por el atractivo de sus productos turísticos que llegó a recibir hasta 17 millones de turistas anuales, sino por su maltratada situación financiera. Sobre su caos se tejen muchas versiones que pasan por el derroche progresivo de sus gobernantes.
Frente a ese panorama desolador cualquier luz al final del túnel es un aliciente, por eso los pueblos cuando se ven oprimidos, sin salidas y escapatorias buscan alternativas que les permitan mantener la esperanza.
En medio de esa crisis insurgió la figura de Alexis Tsipras sobre los hombros de su partido Syriza y un bien diseñado populismo de izquierda.
Su llegada al poder fue auspiciosa y recibida con beneplácito por sus aliados ideológicos, sin embargo las costuras comenzaron a verse en muy poco tiempo. Su luna de miel ha resultado todo un trastorno frente al ofrecimiento de fórmulas mágicas y benditas que encontraron eco en un pueblo angustiado.
Tsipras sabía exactamente a lo que se enfrentaba, pero prefirió usar la retórica de la demagogia para ocultar una realidad inevitable hasta que le reventó la bomba en la cara.
Primero desafió a los organismos multilaterales y a la zona euro advirtiendo que no iba a pagar la deuda. Luego pretendió exacerbar los ánimos de la gente manipulando y jugando con las necesidades de los pueblo.
Posteriormente asumió el papel de víctima internacional frente a la deuda y al acoso voraz de sus acreedores.
Todo eso y mucho más, incluyendo un referéndum, hizo el primer ministro griego en esta tormentosa luna de miel hasta que finalmente concurrió al congreso para caer en lo mismo que rechazó desde un primer momento. Ajustes fiscales, impuestos, reducción de las pensiones, medidas austeras, es decir prácticamente todo lo que ofreció abolir durante la engañosa campaña que lo llevó al poder. Es la única fórmula que tiene a mano y él lo supo siempre.
Tsipras debió, en vez de apostar al populismo, presentar un plan coherente de cómo superar la crisis. Su equipo económico fue incapaz de proponer una modalidad de pago ni presentar alternativas para evitar un default. Es decir, el revolucionario finalmente le dejó las cosas a los dioses del Monte Olimpo para que con su manto divino le limpiaran en camino.
Ahora enfrenta su triste realidad que puede llevarlo incluso a su salida del poder si no se ajusta los pantalones. Debe tomarse el menjurje de su propia receta y buscar alianzas con sus adversarios para intentar salir del atolladero donde el mismo se metió, confrontando además una disidencia interna y el peso de la impopularidad que se le ve venir.
Lo ocurrido con Grecia es una historia repetida en muchas partes donde los pueblos han sido víctimas de insulsos discursos que aún caza ingenuos.
Afortunadamente los ministros de la Eurozona aprobaron un nuevo crédito de 7 mil millones de euros en la búsqueda de una solución al grave problema de esa nación que hoy pasa por una impensable situación financiera.
Persiste la incertidumbre, pero se vislumbra a una nueva luz al final del túnel.
Ventajismo innecesario
No tiene necesidad el Gobierno de utilizar todo su arsenal para acorralar a algunos factores de oposición, sobre todo si el orden de los factores no altera el producto.
Esos son precisamente los casos de María Corina Machado, Daniel Ceballos y Enzo Scarano, inhabilitados con argumentos baladíes, lo cual deja al descubierto el uso de todo tipo de maniobras para acorralar al adversario creando un ruido innecesario porque indistintamente de las inhabilitaciones la oposición tiene ganados esos circuitos…y por amplio margen.
Las consecuencias de este ejercicio ventajista no se harán esperar. Y no habrá Mercosur ni Unasur que valga.
Más caldo de cultivo para la visita del secretario general de la OEA, Luis Almagro.
Generación de oro
Sería mezquino no reconocer el avance deportivo que ha tenido el país pese a que aún aspiramos mayor sensibilidad para apoyar a nuestros atletas y sus entrenadores.
La llamada “Generación de Oro” ha respondido con su esfuerzo propio y ha sobrepasado con creces a una dirigencia oficial que a veces privilegia lo político sobre lo deportivo, con sus contadas excepciones.
Si el país deportivo estuviera exento de entuertos e irregularidades administrativas probablemente nuestra figuración estuviera por encima de todos los cálculos.
Hacemos votos para que se consoliden estas y muchas otras generaciones de oro de quienes sudan la gota gorda para hacernos sentir orgullosos cada vez que se entona nuestro himno nacional.
ARENA Y CAL
**** CURIOSO. Hace mes y medio el diputado William Dávila era uno de los supuestos amenazados por el Gobierno para achacarle la autoría intelectual del caso Robert Serra. Hoy, felizmente es miembro de la Comisión de Alto Nivel sobre el tema con Guyana…Cosa veredes.
**** POLICÍA. Se celebró el pasado jueves el Día del Policía en todo el país. Nuestra palabra de salutación, afecto y reconocimiento a quienes han asumido la tarea de resguardar la seguridad ciudadana con ética y dignidad.
**** SI EL GOBIERNO persigue con la “Operación de Liberación del Pueblo”, un efecto electoral similar al “Dakazo”, pues bienvenido sea. Nunca antes una medida efectista podría ser tan beneficiosa para la comunidad.
**** INCÓMODO. El gobierno cubano guarda silencio con el caso Guyana aunque es pública y notoria su posición en años anteriores. Y para colmo parte de una subsidiaria de Exxon en el Esequibo tiene capital chino. Posición difícil para el gobierno por su vinculación estrecha con chinos y cubanos.
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Jairo Cuba
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