Flavia Martineau *
Twitter: @Flaviamartineau
Este desgobierno sólo es conocido en el mundo por la ausencia de políticas en prevención criminal y el visible fracaso en su terrible manejo de la economía y medidas sociales, que ofrezcan viviendas dignas para todos así como la producción alimenticia para que no tengamos que recurrir a la ayuda de países que en otros tiempos estaban muy por debajo de nuestro crecimiento, y ahora a costa de nuestro dilapidado dinero ellos crecieron y nosotros lastimosamente nos quedamos atrás. ¡Basta esto no puede seguir así!
Es como el barco a la deriva donde el capitán no consigue maniobrar el timón para evitar el naufragio, pero contrariamente a pedir auxilio observa impasible cómo se desmorona una obra que definitivamente nació torcida.
Pero todo tiene un final y es que nada es eterno, hagan lo hagan, persigan, llenen las cárceles, inhabiliten a los mejores candidatos cerrándoles las puertas de la Asamblea Nacional, el hecho es que nuestro pueblo está muy claro sobre el cambio que es indetenible.
El próximo 6 de diciembre todos estaremos haciendo colas para votar por nuestra mayoría en la Asamblea Nacional, no podemos seguir con los poderes públicos complacientes y para esto nos estamos preparando.
Ya se vienen juramentando los Comandos Electorales de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) en los diversos estados del país, este lunes 20 asistí al correspondiente por el circuito 3 de Petare, y allí vi la pasión de todos los partidos y la sociedad civil que hace vida en el municipio Sucre de Miranda; por el logro de una nueva Venezuela, por una jurisprudencia que se respete y se rescate nuestro país de esta debacle, a la que nunca debimos haber llegado.
El gobierno de Maduro podrá comenzar a ordenar a sus acólitos de la injusticia a inhabilitar, perseguir y buscar llenar las cárceles de Venezuela, podrán pasar muchas cosas que busquen impedir salir a votar por los mejores a la Asamblea Nacional, pero esto no lo lograrán. El triunfo es indetenible.
Un día comenzaron a expropiar, la producción nacional fue bajando hasta quedar en cero, el oro se convirtió en sal, y nuestras riquezas fueron desapareciendo. Luego surgieron las colas para oír el “no hay”, subieron los sueldos y aún no alcanza el dinero, y es que la cesta básica ya representa por lo menos ocho salarios mínimos, el famoso capta huellas no sirve para nada, porque igual señores “no hay” comida ni medicinas, sólo paños calientes.
Nuestra próxima Asamblea Nacional tiene que encargarse de que los despachos ministeriales rindan cuentas. Aprueban muchos créditos y todo sigue igual, como una alcancía rota, donde el dinero se pierde para muchos y gana para los privilegiados del alto poder.
La lista de «donaciones» es interminable y lo que molesta más es que los países que han recibido el dinero de los venezolanos han mostrado una mejoría económica y social, mientras que nosotros nos vamos en arena movediza, lentamente con los anaqueles vacíos y la delincuencia llena cada día más cruel.
Pero recuerda, amigo lector, hermano, no nos dejemos vencer, no tengamos miedo, ese día 6 de diciembre tenemos que salir a votar por la nueva Asamblea Nacional, es nuestra fuerte esperanza.
Cree, los guardianes electorales de nuestros votos están en la tarea de custodiarlos, defenderlos y reclamarlos con el escudo de las leyes que nos protegen.
* Diputada al Consejo Legislativo de Miranda por Primero Justicia.