El británico Lewis Hamilton (Mercedes) logró el mejor tiempo de las dos sesiones de entrenamientos libres del Gran Premio de Hungría, este viernes en el circuito de Hungaroring, en una jornada marcada por el aparatoso accidente que sufrió el mexicano Sergio Pérez (Force India).
A Hamilton se le da bien el circuito cercano a Budapest, en el que suma cuatro victorias; 2007, 2009, 2012 y 2013, además de una espectacular remontada en 2014 que le llevó hasta el tercer lugar del podio.
Al revés de lo que se podría pensar, el rapidísimo Hamilton se adapta a la perfección al considerado uno de los trazados más lentos del Mundial.
Con un crono de 1 minuto, 23 segundos y 949 milésimas de segundo, el doble campeón del mundo y líder del Mundial mejoró, con neumáticos blandos, su crono de la primera sesión (1:25.141), que la completó con gomas medias, más resistentes pero menos rápidas.
Hamilton aventajó en tres décimas de segundo al ruso Daniil Kvyat, en progreso constante esta temporada.
El buen momento de Red Bull lo completó la tercera posición de Daniel Ricciardo, vencedor el año pasado en Budapest. El australiano pudo hacerlo incluso mejor, pero al final de la sesión su motor se incendió, provocando una interrupción con bandera roja.
‘Fitness en una sauna’
Al ser un motor «de viernes», no previsto para la clasificación y la carrera, Ricciardo no será penalizado en la parrilla de salida.
Los dos Red Bull terminaron por delante del otro Mercedes, de Nico Rosberg, y del Ferrari de Kimi Raikkonen.
«Una sesión de fitness en una sauna». Así describió Hamilton la experiencia de completar 36 vueltas en una jornada de mucho calor (49°C en la pista, 31°C en el aire) en la capital húngara.
«Comienzo a pensar que puede que sea mi circuito preferido debido al encadenamiento de curvas y ondulaciones y a que sea tan fluido, lo que recuerda a los viejos trazados», añadió el británico.
«Hemos perdido medio kilo por sesión. Por esto completar un buen crono en estas condiciones es un gran desafío», concluyó.
Menos satisfecho se mostró su compañero Rosberg, segundo en el Mundial a 17 puntos de Hamilton.
«No fue un día fácil, no encontré el equilibrio y tengo mucho que trabajar para encontrar mis reglajes», señaló.
«En el coche era como si estuvieras sentando en el asfalto, será una carrera muy dura el domingo», añadió.
Bianchi en el recuerdo
La jornada estuvo marcada por el aparatoso accidente sin consecuencias de Pérez en la primera sesión. El mexicano acudió al centro médico para pasar un reconocimiento y los doctores le dieron el visto bueno para continuar pilotando el fin de semana.
Su escudería Force India no participó en la segunda sesión para privilegiar la seguridad de sus pilotos y buscar la causa del problema mecánico que provocó el accidente del ‘Checo’, que perdió el control de su monoplaza.
«Fue un día muy positivo hasta el accidente. Gestionamos una buena lectura del balance e hicimos varios cambios en los reglajes que nos llevaron en la dirección correcta. Por desgracia tuvimos el problema en la suspensión trasera, lo que hizo que nuestra jornada acabara temprano», señaló el mexicano.
Este viernes todos los pilotos portaron en sus monoplazas y en sus cascos el logo #JB17 en recuerdo a Jules Bianchi (el 17 era su dorsal), fallecido hace una semana en Niza al no poder salir del coma en el que entró en octubre tras un accidente en el Gran Premio de Japón.
AFP