El estupor y la incredulidad reinan entre quienes resultaron desalojados el pasado fin de semana de las áreas que habitaban a los márgenes de la carretera Panamericana, por efectivos de cuerpos militares y policiales – Guardia Nacional Bolivariana, Policía Nacional Bolivariana, Sebin – en la ejecución del denominado Operativo de Liberación del Pueblo, inscrito en las políticas públicas que activó recientemente el Gobierno Nacional.
De acuerdo con testimonios recabados en el kilómetro 3 de la principal vía que comunica al Distrito Capital con la entidad mirandina, en el perímetro involucrado, que comprende el tracto entre el inicio de la ruta y el kilómetro 8 – sectores El Cují, La Ensenada, El Bolivariano y La Laguna, entre otros -, la medida afecta a más de 700 personas cuyas viviendas resultaron demolidas, quedando damnificadas por no disponer ahora de un refugio determinado donde guarecerse.
“Estamos aquí a la intemperie niños, mujeres y hombres. Aquí inventaron mucha calumnia, nos pintaron como si fuéramos paramilitares, guerrilleros, que éramos colombianos, que había 905 armas. Aquí no hay nada de eso. Somos pacíficos, somos evangélicos y estudiantes”, manifestó Lenín Rivas, una de las personas que ofreció testimonio de lo ocurrido, preguntándose, “¿cómo no va a estar brava la gente si le están tumbando sus casas?”, cifrando en 205 viviendas las que fueron desmanteladas por las autoridades durante la acción.
El portavoz le pidió al primer mandatario nacional, Nicolás Maduro, “que abriera los ojos”. “Ud. sabe cuántas familias se le van a venir encima, esto se le va a salir de las manos, Sr. Presidente, y sin respuesta, sin nada; aquí no ha venido ni un ministro, nadie a decir una palabra. Esto es no es solución, ¿cómo van a organizar un OLP para hacer esto? Aquí no hay delincuencia, yo no entiendo. No tenemos dónde comer, dónde dormir”, dijo, desmintiendo que unos 200 residentes hayan sido enviados a refugios.
“Hacen ayuda humanitaria a otros países, nosotros estamos aquí a dos pasos de Miraflores y nos tienen abandonados”, se lamentó.
Además, Rivas aclaró que la comunidad no tenía relación alguna con los 300 vehículos que fueron localizados en un terreno adyacente, sino que dichas unidades, pertenecientes al Instituto Nacional de Transporte Terrestre (INTT), se encontraban allí producto de planes operativos emprendidos por los órganos de seguridad y vigilancia.
Nota de Prensa