Turquía ha cerrado ya oficialmente el acuerdo por el que EEUU y sus aliados pueden usar sus bases para atacar al grupo yihadista Estado Islámico, según anunció el Ministerio de Exteriores turco.
El acuerdo permite así a los cazas de la coalición internacional liderada por Washington utilizar la estratégica base de Incirlik, en el sureste de Turquía, desde la que será más fácil atacar la posiciones del Estado Islámico en Siria.
Esta autorización no incluye que los cazas aliados puedan prestar apoyo aéreo a las milicias kurdas que luchan sobre el terreno contra los yihadistas, y a las que Turquía considera una amenaza y califica de terroristas.
Estados Unidos llevaba meses reclamando una implicación más activa de Ankara en la lucha contra los islamistas radicales, con los que el Gobierno turco ha mantenido hasta ahora, según la oposición, una actitud entre la tolerancia y el claro apoyo.
El pasado 24 de julio, Turquía lanzó por primera vez un ataque aéreo contra el grupo yihadista.
Vía EFE