José Elías Torres, directivo de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), sostuvo que el salario mínimo real del país se coloca entre los más bajos de América Latina y el mundo.
“El venezolano compra al precio del dólar de la calle o paralelo no al cambio oficial”, insistió.
El sindicalista explicó que al dividir el sueldo mínimo de 7.421,60 bolívares mensuales entre el cambio paralelo de 682,61 bolívares por dólar el salario se aproxima a los 11 dólares, que contrasta con la cifra del gobierno que hace la operación a 6,30 bolívares por dólar, lo cual da un sueldo mínimo de 1.179 dólares, pero “muy pocos productos se importan a cambio oficial”, agregó.
Si el cálculo se hace a las tasas de cambio del Cencoex viajero y del Simadi de 12 y 199 bolívares, respectivamente, el salario mínimo queda en 618,63 y 41,21 dólares. Al compararlo con los de otros países, el dirigente de la CTV afirmó que en Ecuador y México el sueldo básico está entre 400 y 240 dólares, respectivamente.
“Además, la elevada inflación en Venezuela merma cada vez más el poder adquisitivo del ingreso de los trabajadores y su familia”, señaló Torres en el foro sobre el documento “De la catástrofe hacia la prosperidad”, con la asistencia de 300 dirigentes sindicales de Caracas, Vargas y Miranda.
El informe, analizado también en Lara y Anzoátegui, y próximamente en Zulia y Bolívar, contiene la propuesta de la CTV para sacar a Venezuela de la crisis. Uno de los capítulos del escrito se refiere a la transformación productiva y recomienda una mayor diversificación del aparato productivo con amplia participación del sector privado.
“Venezuela requiere un cambio fundamental en su rumbo económico, en el papel de la política económica, en la relación del sector público con el sector privado, en la participación de este último y en el papel que deben desempeñar los trabajadores y sus organizaciones”, dice el documento.
También plantea un programa para la reconstrucción del país mediante una revolución industrial en el que el petróleo es la palanca para el desarrollo, pero no el único generador de riqueza porque Venezuela cuenta con recursos naturales y capital humano para tener una economía sustentable y diversificada.
José Elías Torres, directivo de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), sostuvo que el salario mínimo real del país se coloca entre los más bajos de América Latina y el mundo.
“El venezolano compra al precio del dólar de la calle o paralelo no al cambio oficial”, insistió.
El sindicalista explicó que al dividir el sueldo mínimo de 7.421,60 bolívares mensuales entre el cambio paralelo de 682,61 bolívares por dólar el salario se aproxima a los 11 dólares, que contrasta con la cifra del gobierno que hace la operación a 6,30 bolívares por dólar, lo cual da un sueldo mínimo de 1.179 dólares, pero “muy pocos productos se importan a cambio oficial”, agregó.
Si el cálculo se hace a las tasas de cambio del Cencoex viajero y del Simadi de 12 y 199 bolívares, respectivamente, el salario mínimo queda en 618,63 y 41,21 dólares. Al compararlo con los de otros países, el dirigente de la CTV afirmó que en Ecuador y México el sueldo básico está entre 400 y 240 dólares, respectivamente.
“Además, la elevada inflación en Venezuela merma cada vez más el poder adquisitivo del ingreso de los trabajadores y su familia”, señaló Torres en el foro sobre el documento “De la catástrofe hacia la prosperidad”, con la asistencia de 300 dirigentes sindicales de Caracas, Vargas y Miranda.
El informe, analizado también en Lara y Anzoátegui, y próximamente en Zulia y Bolívar, contiene la propuesta de la CTV para sacar a Venezuela de la crisis. Uno de los capítulos del escrito se refiere a la transformación productiva y recomienda una mayor diversificación del aparato productivo con amplia participación del sector privado.
“Venezuela requiere un cambio fundamental en su rumbo económico, en el papel de la política económica, en la relación del sector público con el sector privado, en la participación de este último y en el papel que deben desempeñar los trabajadores y sus organizaciones”, dice el documento.
También plantea un programa para la reconstrucción del país mediante una revolución industrial en el que el petróleo es la palanca para el desarrollo, pero no el único generador de riqueza porque Venezuela cuenta con recursos naturales y capital humano para tener una economía sustentable y diversificada.